SEGÚN UNA NUEVA INVESTIGACIÓN

Los eventos climáticos extremos serán mayores en las próximas décadas

"En el mejor de los casos, calculamos que los cambios rápidos afectarán a 1.500 millones de personas", señalan los autores.

Mujer bajo la lluviaPixabay

El cambio climático no solo ha producido un aumento de las temperaturas, también (y esto es una de las consecuencias más importantes) genera eventos climáticos extremos. Y ahora un nuevo estudio no solo lo confirma, también señala que casi tres cuartas partes de la población mundial pueden esperar cambios fuertes y rápidos en las temperaturas extremas y las precipitaciones en los próximos 20 años a menos que se reduzcan drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero.

Dirigida por científicos del Centro CICERO para la Investigación Climática Internacional y apoyada por la Universidad de Reading, la investigación muestra que el 20% de la población podría enfrentar riesgos climáticos extremos si las emisiones se reducen lo suficiente como para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París, en comparación con el 70% si se toman medidas limitadas.

El estudio, publicado en la revista Nature Geoscience, muestra cómo el calentamiento global puede combinarse con las variaciones normales del clima, para producir períodos de décadas de cambios muy rápidos tanto en las temperaturas extremas como en las precipitaciones.

Hasta la fecha son pocos los análisis que han profundizado en el impacto que el clima extremo tendrá en diferentes países. "Nos centramos en los cambios regionales – explica Carley Iles, líder del estudio -, debido a su mayor relevancia para la experiencia de las personas y los ecosistemas en comparación con la media global, e identificamos regiones que se proyecta que experimentarán cambios sustanciales en las tasas de uno o más índices de eventos extremos en las próximas décadas".

En el estudio se utilizaron simulaciones de modelos climáticos de gran escala para demostrar que se espera que grandes partes de los trópicos y subtrópicos (donde viven más de dos tercios de la población actual) experimenten fuertes cambio en los extremos de temperatura y precipitación combinados durante los próximos 20 años, en un escenario de altas emisiones. Si se consigue reducir las emisiones, se espera que la cifra baje al 20%, lo que significa que "apenas" unos 1.500 millones de personas se verían afectadas.

Los cambios rápidos aumentan el riesgo de condiciones sin precedentes y eventos extremos que actualmente representan una parte desproporcionada de los impactos realizados del cambio climático. Por ejemplo, las olas de calor pueden causar estrés térmico y mortalidad excesiva tanto de personas como de ganado, estrés para los ecosistemas, reducción de los rendimientos agrícolas, dificultades para enfriar las centrales eléctricas y perturbaciones del transporte.

De manera similar, los extremos de precipitación pueden provocar inundaciones y daños a los asentamientos, la infraestructura, los cultivos y los ecosistemas, aumento de la erosión y reducción de la calidad del agua. Por lo tanto, la sociedad parece particularmente vulnerable a altas tasas de cambio de extremos, especialmente cuando aumentan múltiples peligros a la vez.

"También hemos descubierto que la rápida limpieza de la contaminación del aire, sobre todo en Asia, conduce a aumentos acelerados y localizados de los extremos cálidos e influye en los monzones de verano asiáticos – añade Laura Wilcox, coautora del estudio -. Aunque limpiar el aire es fundamental por razones de salud, la contaminación del aire también ha enmascarado algunos de los efectos del calentamiento global. Ahora, la limpieza necesaria puede combinarse con el calentamiento global y dar lugar a cambios muy fuertes en las condiciones extremas en las próximas décadas".

Si bien el nuevo artículo se centra en la probabilidad de un cambio rápido, los autores enfatizan que los resultados tienen implicaciones importantes para la adaptación climática. "En el mejor de los casos, calculamos que los cambios rápidos afectarán a 1.500 millones de personas – concluye Bjørn H. Samset – coautor del estudio -. La única forma de lidiar con esto es prepararse para una situación con una probabilidad mucho mayor de eventos extremos sin precedentes, ya en las próximas 1 o 2 décadas".