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FIEBRE Y MALESTAR
Las altas temperaturas han aumentado la población de garrapatas y su picadura es mucho más peligrosa de lo que se cree.
El verano y las altas temperaturas han provocado que aumente la población de numerosos animales e insectos como las medusas, lamosca negra o, en este caso, las garrapatas. Este parásito se alimenta de la sangre de animales silvestres y domésticos y puede llegar a transmitir más de 50 enfermedades.
Por lo general, la garrapata tarda entre 24 y 48 horas en empezar a absorber la sangre por lo que, hasta ese momento, el riesgo de contraer alguna infección es menor. Por ello. se recomienda quitarla cuanto antes.
Para la extracción, lo más recomendable es utilizar unas pinzas o, en caso de no tener, quitarla con los dedos con unos guantes finos, para evitar aplastarla. Puede que cuando se extraiga, el aparato bucal del animal se haya quedado en la piel, de ahí la importancia de extraerla de forma lenta y cuidadosa. Remedios naturales como el aceite o al alcohol también ayudan en la extracción.
En caso de que ya haya picado, la apariencia que tiene es similar a la de una picadura de mosquito. La diferencia es que conforme van pasando los días, la mordedura de garrapata puede llegar a producir fiebre y malestar general. Lo más recomendable es acudir al médico para que te receten el tratamiento adecuado.
Para evitar la picadura de una garrapata, es aconsejable que, cuando salgamos a dar un paseo al campo, se utilice ropa que tape todo el cuerpo y que sea de colores claros a ser posible, lo que evitará que estos parásitos se camuflen con nuestra vestimenta.
En los paseos por la naturaleza, se recomienda transitar por la zona central de los caminos, evitando el contacto con la vegetación existente en los laterales. Además, hay que tener especial cuidado en aquellas zonas con mucha humedad, es decir, áreas encharcadas, cerca de cursos de agua.
También hay que evitar sentarse en el suelo en zonas donde hay mucha vegetación. Lo ideal sería utilizar un repelente indicado para este tipo de parásitos y, en cado de tener mascota, protegerlas con productos desparasitados.
Una vez en casa, deberíamos quitarnos toda la ropa y lavarla directamente con agua caliente, además de darnos una buena ducha poniendo atención en las axilas, ingles, cabello y ombligo, así como zonas alrededor de la cintura.
Siguiendo estos consejos no significa que nunca vayas a encontrarte una garrapata o que nunca te vaya a picar, pero lo cierto es que se reducen mucho la posibilidades.