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RECONOCIMIENTO DE LOS FACTORES DE RIESGO
Es la conclusión de un estudio que analizó muertes infantiles entre 2004 y 2011.
El síndrome de muerte súbita del lactante (SIDS, por sus siglas en inglés) es la principal causa de mortalidad infantil postneonatal en los Estados Unidos y se asocia típicamente con un período de sueño. Es un caso en el que la muerte de un bebé aparentemente sano antes de su primer cumpleaños sigue sin explicación, incluso después de numerosos estudios. Esta patología afecta a uno de cada 1.000 bebés en España según datos de la Asociación Española de Pediatría.
Por ejemplo en el Reino Unido afecta a unos 300 bebés, el doble que en España, a pesar que la población no es el doble. Dentro de los factores de riesgo, señala un estudio realizado en España la posición en decúbito supino al dormir sería el factor modificable más determinante, siendo uno de los pilares básicos de las campañas de prevención.
Otros factores de riesgo podrían englobarse en factores maternos (hábito tabáquico pre y posnatal, consumo de otras drogas incluido el alcohol, la edad materna menor a 20 años, complicaciones durante el embarazo o el parto como anemia, preeclampsia/eclampsia, desprendimiento de placenta,…), factores del lactante (prematuridad, bajo peso al nacer, producto de embarazo múltiple, sexo masculino) y factores ambientales (dormir sobre una superficie blanda, objetos como peluches o almohadas en la superficie donde duerme, excesivo arropamiento y calor ambiental).
Entre los factores que se consideran de prevención, además de la postura, compartir habitación con los padres sería uno y, de acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud, la lactancia materna: un 60 % menos de riesgo de morir por síndrome de muerte súbita infantil, comparados con los que no son amamantados. El efecto es aún mayor para infantes que reciben lactancia materna exclusiva.
A pesar de las campañas de prevención y el creciente conocimiento, hay mucho que se ignora aún sobre el SIDS. Con esto en mente un equipo de científicos del Hospital Universitario de Boston, liderados por Robin Haynes, analizaron tejido del tronco cerebral de 70 bebés que murieron por SIDS entre 2004 y 2011 y los analizaron en busca de anomalías.
Los resultados, publicados en 'Journal of Neuropathology & Experimental Neurology' señalan que el receptor de serotonina 2A/C está alterado en los casos de muerte súbita infantil. Estudios previos demostraron que la señalización de este receptor contribuye a la activación y la autoanimación, protegiendo el estado de oxígeno del cerebro durante el sueño. Las conclusiones del equipo de Haynes confirman la idea de que una anomalía biológica en algunos bebés los hace más vulnerables a la muerte en determinadas circunstancias.
Los responsables del estudio creen que el síndrome de muerte súbita del lactante ocurre cuando suceden tres cosas juntas: un niño se encuentra en un período crítico de desarrollo cardiorrespiratorio en su primer año, se enfrenta un factor estresante externo, como dormir boca abajo o compartir una cama, y el niño tiene una anomalía biológica que lo hace vulnerable a problemas respiratorios mientras duerme.
"Nuestra conclusiones – concluye Haynes – se basan en estudios previos de nuestro laboratorio y de otros que muestran anormalidades en el sistema serotoninérgico de algunos bebés con SIDS. Aunque hemos identificado anomalías en el receptor de serotonina 2A/C en SIDS, la relación entre las anomalías y la causa de la muerte sigue sin conocerse. Queda mucho trabajo por hacer para determinar las consecuencias de las anomalías en este receptor y su capacidad para proteger funciones vitales en el control cardíaco y respiratorio cuando se ven afectados. Actualmente, no tenemos medios para identificar a los bebés con anomalías biológicas en el sistema serotoninérgico, por lo que la adherencia a las prácticas de sueño seguro sigue siendo fundamental".