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CEREBRO Y RELACIONES SOCIALES
A lo largo de nuestra vida llegamos a conocer hasta 1.500 personas, pero no todas son de nuestra confianza. El tamaño del cerebro juega un papel clave en las amistades que tenemos.
El número de amigos o de relaciones sociales que tenemos depende de múltiples cuestiones. Están los que son más extrovertidos, los hay que son más tímidos o los que por su trabajo se relacionan con más gente. Conocer a mucha gente no implica una confianza con ellos.
El ser humano prioriza las relaciones sociales según el parentesco. Por ejemplo, a la hora de colocar a la familia por encima de otros individuos sin ese vínculo sanguíneo. Esto se debe a que es mucho más probable que acudan en nuestra ayuda cuando necesitamos ayuda por encima de personas sin parentesco, incluso si estas son muy buenos amigos o si tienes muchos.
A la hora de conocer cuántos amigos cercanos tenemos, es algo que viene determinado por la naturaleza humana. En los monos y simios, existe una correlación entre el tamaño del cerebro de los primates y el tamaño de sus grupos sociales, que al extrapolarlo a los seres humanos se traduce en el número Dunbar.
150 amigos de confianza
Aunque la red social de un individuo puede incluir a muchas más personas, 150 contactos marcan el límite cognitivo con aquellos con los que podemos mantener una relación social estable que implique confianza.
La realidad de este número es algo más baja. Si lo estructuramos, más del 60 por ciento de nuestro tiempo social se lo dedicamos a cinco personas, aquellos amigos más cercanos, o nuestros seres más queridos. Luego pasaríamos a 15, que son aquellos amigos que van apareciendo en diferentes momentos de nuestra vida.
Aunque sea curioso, somos capaces de confiar hasta en 50 personas, que serían el siguiente escalón. Luego encontraríamos la capa de 150 en la que están esas personas que vemos una vez al año como en bodas y funerales.
El penúltimo escalón serían los 500, ese número expresaría cuantos conocidos tenemos. Y como tope están las 1.500 personas que conocemos a lo largo de nuestra vida. Para los humanos, si queremos mantener un grupo cohesionado sin muchos conflictos, el número ronda hasta los 150 individuos.
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