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SALUD
Muchos cánceres de piel se manifiestan a partir de manchas. Sin embargo, no todas ellas quieren decir que haya cáncer.
En España, se estima que se diagnosticaron 20.392 nuevos cánceres de piel en total en el año 2023, según las estimaciones del Observatorio del Cáncer, lo que representa algo más de un 8% del total de los cánceres diagnosticados en ese mismo año.
Muchos de ellos se manifiestan a través de manchas en la piel. Sin embargo, no todas ellas quieren decir que haya cáncer. Y tampoco debemos confundirlas con pecas o lunares. Te contamos en qué se diferencian.
Tal y como explican en un artículo en el medio The Conversation, las pecas son manchas pequeñas, planas y de color marrón claro que suelen aparecer con más frecuencia en personas de piel clara.
Son causadas por la exposición al sol y son más visibles en verano. Cuando la luz solar incide en la piel, las células llamadas melanocitos producen melanina, el pigmento que le da color a la piel. En las personas propensas a las pecas, la melanina no se distribuye uniformemente, sino que se aglomera y forma las pecas.
El uso de protector solar y ropa protectora puede ayudar a prevenir la aparición de nuevas pecas, especialmente en la cara y los brazos. Y aunque son completamente inofensivas, son una señal de que existe un mayor riesgo genético de desarrollar cáncer de piel.
Las manchas solares son más grandes que las pecas y aparecen como manchas planas de color marrón.
Estas se desarrollan con el tiempo debido a la exposición prolongada al sol, lo que provoca una producción excesiva de melanina. Suelen aparecer en pieles con mayor exposición solar, como el rostro, las manos, los hombros y los brazos.
Las manchas solares no son peligrosas. Sin embargo, aumentan el riesgo de sufrir otros tipos de cáncer de piel en esa zona.
Los lunares suelen ser crecimientos de piel oscuros, elevados o planos que pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo.
Aunque pueden existir desde el nacimiento, generalmente crecen durante la infancia, la adolescencia y la adultez temprana, hasta alrededor de los 40 años. Los lunares pueden aumentar de tamaño y también pueden aparecer nuevos.
Como curiosidad, la mayoría de los adultos tienen entre diez y cuarenta lunares en el cuerpo.
La mayoría de los lunares son inofensivos. Algunos pueden tener pelo y otros pueden desaparecer, mientras que otros pueden oscurecerse o cambiar con la edad o los cambios hormonales.
Sin embargo, algunos lunares pueden convertirse en melanoma, una forma peligrosa de cáncer de piel.
A diferencia de las manchas solares y las pecas, los lunares requieren más atención, especialmente si cambian de tamaño, forma, color o textura.
Los expertos utilizan la regla ABCDE para detectar si una lesión es un cáncer de piel: