Astronomía, divulgación, descubrimientos, ecología, innovación...
CONSECUENCIAS EN LA EDAD ADULTA
Los críos estarían anticipando con los malos sueños cómo va a evolucionar su cerebro dentro de 40 años.
Según el investigador de la Universidad de Birmingham Abidemi Otaiku, los niños que tienen pesadillas de forma regular tienen más riesgo de desarrollar demencia o párkinson. Así lo demuestra un estudio publicado en 'eClinicalMedicine'.
La investigación se refiere a que, si un niño de entre 7 y 11 años tiene malos sueños de forma constante puede tener casi el doble de probabilidades de desarrollar deterioro cognitivo cuando tenga 50 años. Es decir, que estaría anticipando lo que le va a ocurrir dentro de 40 años. Además, estos niños tendrían hasta siete veces más probabilidades de ser diagnosticado con la enfermedad de Parkinson cuando cumplan el medio siglo.
Las pesadillas como indicador de demencia
Antes de llevar a cabo este estudio, Otaiku ya había relacionado los malos sueños o pesadillas frecuentes con la posibilidad de desarrollar demencia o párkinson más adelante. Asimismo, también descubrió que una gran proporción de las personas que tenían pesadillas de mayores también las habían tenido de pequeños.
Para averiguar si esta correlación era cierta, Otaiku utilizó datos de un estudio británico de cohortes realizado en 1958. Agrupó a los niños participantes en función de la frecuencia con las que experimentaban pesadillas entre los siete y los once años y, después, usó un programa para relacionar esta característica con las probabilidades de desarrollar deterioro cognitivo o párkinson cuando tuvieran 50 años (en 2008).
"Los resultados fueron claros", explica Otaiku en 'The Conversation'. "Cuanto más regularmente los niños experimentaban pesadillas, más probable era que desarrollaran un deterioro cognitivo o que les diagnosticaran párkinson".
En concreto, los niños que tenían pesadillas persistentes tenían un 76 % más de probabilidades de desarrollar deterioro cognitivo y un 640 % más de probabilidades de desarrollar párkinson. Este patrón era similar en niños y niñas.
En concreto, de los aproximadamente 7.000 niños que incluyó el estudio, 268 tenían pesadillas persistentes, el 4 %. De estos, cuando tuvieron 50 años solo el 6 % había desarrollado deterioro cognitivo o párkinson; es decir, 17 personas.
Sin embargo, a pesar de los sorprendentes resultados del estudio, Otaiku afirma que se necesitarían más estudios que confirmen si las pesadillas condicionan a las personas para que después padezcan estas enfermedades neurodegenerativas, ya que experimentar pesadillas está determinado, en gran medida, por la genética de cada persona.
Además, un gen conocido por aumentar el riesgo de tener pesadillas regulares ( PTPRJ ) también está relacionado con un mayor riesgo de desarrollar alzhéimer en la vejez.