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CURIOSIDAD
Dormir es una actividad necesaria para nuestro organismo. Acostumbrados a dormir tumbados o en ocasiones sentados, sin embargo nunca dormimos de pie como si hacen muchos animales. Te contamos por qué.
Irnos a dormir es algo que tenemos mecanizado cada noche, seguimos una serie de rutinas, ponernos el pijama, lavarnos los dientes, cuidados faciales... que terminan por arroparse bien en la cama. Un contraste muy grande con algunos animales que, además de no tener cama, duermen literalmente de pie. Una curiosa forma de descanso que a priori resultaría impensable pero ¿sería una forma de dormir posible en los humanos?
La clave de esta manera tan característica de dormir de pie se encuentra en las rodillas. Los animales suelen tener una anatomía que les permite bloquear las rodillas y este sistema les permite apoyar su peso corporal sobre las rodillas sin que fallen y sin sufrir ninguna lesión.
Además, al estar sobre 4 patas, tienen mayor estabilidad. Los humanos carecemos de este sistema y seríamos menos estables al tener solo dos piernas sobre las que sostenernos. Al dormir relajamos los músculos de todo el cuerpo, lo que haría que al cabo de un rato nuestras rodillas fallasen y nos cayésemos al suelo.
Si consiguiésemos dormir sin que nos fallasen las rodillas y estuviésemos de pie todo el tiempo que dure nuestro sueño, sufriríamos un dolor de espalda muy intenso ya que nuestra anatomía no está preparada para aguantar nuestro peso corporal de esta manera. Tampoco es que necesitásemos esta habilidad, ya que, en el caso de los animales, se desarrolló para poder escapar rápidamente en el caso de que sufran el ataque de un depredador.