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PERROS Y GATOS
Una clínica de Marbella ha realizado cinco clonaciones de perros de clientes españoles y planea llegar a países vecinos como Francia o Portugal.
La clonación de animales de compañía se ha convertido en un negocio en auge en países como Estados Unidos, China o Corea del Sur, a los que más recientemente se ha sumado España, donde por unos 55.000 euros una clínica de Marbella puede crear una copia genética de tu perro o gato mediante una técnica de reproducción que es legal, pero que plantea un dilema ético y moral.
En 1996, un grupo de científicos del Instituto Roslin de Escocia consiguió clonar un mamífero a partir de una célula adulta por primera vez en la historia. Nacía así la oveja Dolly, que se convirtió en un hito científico y abrió la puerta a un mundo nuevo, el de la ingeniería genética.
La clonación de animales se ha popularizado desde entonces y es una práctica habitual en el mundo de los camellos o los caballos, ya que un ejemplar de pura raza puede llegar a valer más de un millón de euros.
Si clonar un equino, que cuesta unos 75.000 euros, tiene un sentido económico, en el caso de los perros y gatos prima lo emocional. "Según las estadísticas, el 15% de los animales domésticos en España están humanizados, con lo cual hay gente que los quiere como hijos, es algo afectivo", explica a EFE el embriólogo Enrique Criado, fundador y director ejecutivo de los centros de reproducción asistida del Grupo OVO.
La clínica encargada de hacer esto posible ha sido Overclone, que ya ha realizado cinco clonaciones de perros y quiere expandirse a países como Francia o Portugal. Los precios varían según el animal del que se trate. En el caso de los perros, el precio es de aproximadamente 55.000 euros, mientras que los gatos pueden ser clonados por 50.000 euros.
Según ha informado la clínica, el centro ofrece otro tipo de servicios más baratos, como la congelación de la línea celular del animal, que ronda los 3.000 euros y que facilita la posibilidad de que el dueño pueda clonarlo en un futuro.
Para llevar a cabo una clonación es necesario extraer una muestra de ADN del tejido cutáneo del animal, que solo puede cogerse cuando está vivo o inmediatamente después de su muerte.
Una vez realizada la biopsia, es necesario que se generen una serie de células llamadas fibroblastos y que tiene un núcleo con la información genética. Ese núcleo se extrae y se inyecta en un óvulo que ha sido enucleado con anterioridad. Este proceso permite el desarrollo de un embrión que contiene el 99,9% del material genético del animal original. El embrión se implanta en una hembra para que lo geste.
Cabe destacar que los animales no serán genéticamente iguales, ya que la mascota recién nacida tendrá una pequeña parte del genoma de la hembra que gesta el embrión modificado. En concreto, el 0,1%.
En definitiva, la clonación de mascotas no deja de ser un negocio y los clientes tienen que ser conscientes del resultado: un perro o un gato parecido al que tenía, pero no igual.