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AUMENTO DE DECIBELIOS
Los ruidos fuertes pueden provocar pérdidas de audición, pero, ¿puedes quedarte sordo completamente al escuchar una explosión?
Fuegos artificiales, un concierto, el tráfico... Son muchos los factores acústicos que nos rodean y que pueden condicionar y deteriorar la calidad de nuestra escucha. ¿Qué pasa si oímos una explosión de cerca, nos podemos quedar sordos?
De acuerdo con la explicación que proporciona el Instituto Nacional de Sordera y Otros Trastornos de la Comunicación de Estados Unidos, el NIDCD, los ruidos muy altos pueden ser dañinos para el oído. Además, estos daños, que pueden afectar a las estructuras del órgano, no dependen de si el tiempo de exposición al ruido sea corto o largo.
Se considera un ruido normal el que no sobrepasa los 50 decibelios. Sin embargo, el ruido del tráfico supone 90 dB, un concierto 110 dB y el despegue de un cohete 180 dB. En el caso de una explosión, la presión sonora que ejerce estaría cerca del del cohete, llegando incluso a los 220 decibelios en el caso de las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki.
En cuanto a una explosión, escucharla de cerca puede provocar secuelas físicas y audiológicas. Las físicas, según el Laboratorio de Procesado de Imagen de la Universidad de Valladolid, UVA, pueden causar movimientos en la membrana timpánica. En cuanto a los efectos audiológicos derivados de la onda expansiva de una explosión, esta puede producir dolor de oídos, sordera, sensación de mareo e, incluso, rotura del tímpano.
Pérdida de audición, ¿temporal o irreversible?
En el caso de exponerse a una explosión, la intensidad sonora percibida es mayor que a otros sonidos; sin embargo, la exposición al ruido dura menos tiempo. Tal y como indican desde el NIDCD, la pérdida de audición inducida por un ruido "puede ser inmediata o llevar mucho tiempo" hasta que una persona la note. Además, esta pérdida auditiva puede ser temporal o permanente y afectar a uno o los dos órganos.
La pérdida de oído originadas por un sonido muy fuerte y repentino, como el de una explosión, se conoce como trauma acústico. Según el Laboratorio de Procesado de Imagen, este sonido "puede dañar el oído interno y causar una pérdida de audición". Además, puede originar acúfenos o pitidos en el oído, que puede ser temporal.
Sin embargo, según apuntan los técnicos de la UVA, "son pocos los casos en los que una alta intensidad en escasos segundos [como una explosión] produce una pérdida auditiva crónica".
Posición respecto a la explosión
Otro factor determinante y que puede influir en el daño que cause una explosión es la posición de la persona respecto al estallido. Como explican desde el laboratorio de la UVA, si el individuo se encuentra de frente a la explosión se producirá una aspiración del aire que se encuentra en el conducto auditivo externo y en la membrana timpánica. Este hecho puede producir la rotura de los tímpanos.
Las consecuencias cambian si el sujeto se encuentra de perfil al estallido. En el caso del oído que se sitúa de frente a la explosión, este es comprimido por la onda expansiva, por lo que es poco probable que se rompa el tímpano.
Sin embargo, la presión ejercida sobre esta membrana puede producir lesiones irreversibles en la cóclea o caracol, órgano que se encarga de transformar los sonidos en mensajes nerviosos y enviarlos al cerebro. En el caso del otro oído, el que no se encuentra cerca de la explosión, sufrirá unas consecuencias parecidas al que sí está de frente al estallido.
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