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CURIOSO
Expertos revelan los efectos positivos para la salud de caminar sin zapatos sobre la arena de la playa y cómo esta práctica puede mejorar el bienestar general.
Caminar por la playa descalzo durante el verano va más allá de una actividad recreativa y es que esta práctica ofrece numerosos beneficios, físicos y mentales. Varios estudios respaldan las ventajas de andar sin calzado sobre arena, que van desde la quema de calorías hasta la mejora del estado de ánimo y la circulación sanguínea.
La sensación reconfortante de la arena bajo los pies puede tener, según un estudio publicado en la National Library of Medicine, un efecto positivo en la mente y el bienestar general debido al contacto directo con la superficie de la tierra.
La relajación que proporciona el sonido del mar y el contacto con la naturaleza pueden reducir el estrés, mejorar el estado de ánimo y aumentar la creatividad. Esta práctica, conocida como "earthing" o "grounding", implica estar en contacto directo con la tierra, arena u otras superficies naturales sin usar calzado, puede reducir la inflamación, mejorar el sueño y fortalecer los músculos de los pies y las piernas.
Por otra parte, caminar por la playa, implica mayor esfuerzo muscular y articular, debido a la superficie irregular de la arena, lo que fortalece los músculos de las piernas y los pies y puede ser beneficioso para la recuperación en casos de lesiones de tobillo.
Además, la presión de la arena estimula la circulación sanguínea y proporciona una sensación refrescante cuando las olas del mar acarician los pies y las piernas, mejorando el flujo sanguíneo y reduciendo el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Por otra parte, la combinación de sal y arena actúa como un exfoliante natural para la piel, dejándola suave y rejuvenecida.
Caminar descalzo por la playa también es un ejercicio efectivo para quemar calorías, ya que se requiere más energía debido a la superficie blanda y variable de la arena, lo que puede resultar, según revela un estudio realizado por la Universidad de Berkeley, en una quema de calorías hasta un 50% mayor que al caminar por superficies más firmes y duras como el asfalto.
Esto se debe al esfuerzo adicional que requiere levantar los pies de la arena, lo que activa la musculatura de las piernas, los tobillos y los pies. Además, fortalece los músculos, las articulaciones y los tendones, previniendo lesiones y mejorando la resistencia física.
En este caso, la arena actúa como un amortiguador natural, reduciendo el impacto en las articulaciones y los músculos, lo que lo convierte en una opción más suave y segura para personas con problemas articulares o sobrepeso.
En resumen, caminar por la plata durante el verano no solo es una experiencia placentera, sino que también ofrece una serie de beneficios para la salud física y mental. Es una práctica simple y accesible que cualquiera puede incorporar a su rutina diaria para mejorar su bienestar general.