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MOLUSCOS
Ambos animales se desplazan reptando, lentamente. Pero, ¿por qué van tan despacio, incluso cuando una amenaza está cerca?
Los caracoles y las babosas son animales que solemos ver en el suelo y, sobre todo, si ha llovido. Son moluscos, como las almejas o los calamares, pero algo distintos: no nadan, sino que se desplazan arrastrándose lentamente. Pero, ¿por qué avanzan tan despacio? ¿Supone eso algún peligro para su existencia?
Por su parte, los caracoles cuentan con un caparazón a la espalda. Las babosas son similares, solo que sin esta protección. Ambos son moluscos y gasterópodos y se mueven a una velocidad máxima de 0,09 kilómetros por hora. Si fueran humanos, tardarían tres minutos en llevar una cucharada de comida del plato a su boca.
La falta de velocidad en sus movimientos puede atribuirse a tres factores: cómo se mueven, qué comen y quiénes son sus depredadores. Científicos de la Universidad Penn de Estados Unidos responden a estas cuestiones en un artículo de 'The Conversation':