CURIOSIDAD

Por qué no coincide la velocidad que indica el velocímetro y la que marca Google Maps

Estas discrepancias son distintas en Europa, Estados Unidos, Australia y Reino Unido por la normativa de cada país.

Si confías en Google Maps para llevarte a tus destinos, te habrás fijado en que en la parte inferior incluye la velocidad a la que estás circulando. Si la comparamos con la del velocímetro del coche, comprobaremos que no coincide, y que según aumenta la velocidad, también aumenta esta diferencia.

Tanto Google Maps como Waze tienden a indicar una velocidad superior, y existe una razón tras este fenómeno. Existe una normativa europea que se aplica al cuentakilómetros y al velocímetro que dice que debe mostrar la velocidad real.

Por Ley, tu vehículo no puede mostrar una velocidad inferior a la que circula en realidad; así que todos los coches marcan más velocidad de la real y, sin embargo, el GPS nos da una información más precisa. Hay hasta una fórmula que relaciona la velocidad del velocímetro y la velocidad real.

Las aplicaciones de navegación no calculan la velocidad de esta manera. Lo que hacen es relacionar los datos de geolocalización con el tiempo. Según cuánto nos desplacemos en el mapa en un plazo de tiempo, llevaremos determinada velocidad. También tiene cierto margen de error, pero suele ser menor que el del velocímetro normal.

Ninguna será exacta al 100%, pero tampoco debemos pisar más el acelerador para tratar de ajustarnos lo máximo posible al límite de velocidad. Al fin y al cabo, los radares también tienen su propio margen de error.

En cada país es diferente

En Estados Unidos, los vehículos comerciales tienen un margen de error no superior a 5 mph a 50 mph; en Europa, la velocidad real no puede ser inferior a la anunciada por el velocímetro en su límite inferior. Y el límite superior está establecido en un 10%.

En Reino Unido el velocímetro puede anunciar un 10% + 6,25 mph como máximo entre 25 mph y 70 mph reales.Y en Australia, los coches fabricados entre 1988 y 2007 el límite de error es de +/- 10% con respecto a la realidad; sin embargo, desde 2007 se ajustan a la normativa mundial.