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CIENCIA
La convivencia dentro de un mismo hogar puede ser el foco de transmisión de un tercio de los microbiomas de nuestro organismo.
Está demostrado que en el cuerpo de una persona conviven más células bacterianas (38 billones) que humanas (30 billones). A pesar de que, algunas pueden resultar dañinas para nuestro organismo, tambiénen nuestro cuerpo conviven otras, que son necesarias para el funcionamiento del mismo.Se tratan de los microbiomas, y hace alusión a la comunidad de microorganismos existentes en un entorno concreto. Un entorno que es clave a la hora de contraerlos en mayor o menor media.
En ese sentido, de acuerdo con diversos estudios,se ha demostrado que los habitantes de una misma ciudad comparten el 8% de su microbioma. Y por siesto fuera poco, quienes conviven dentro de un mismo espacio juntos poseerán más de un tercio de las bacterias coincidentes.
Por lo tanto, esto provoca que nuestras casas se conviertan en un foco de transmisión bacteriana.A pesar de que la gran parte de estos organismos no resultan perjudiciales para el organismo, no se puede afirmar la seguridad de todos ellos.De hecho, muchos de los descubiertos no se han cultivado en condiciones de laboratorio, por lo que se desconoce qué implica su presencia. Sin embargo, esto no implica que puedan resultar nocivos. Aunque para una persona cierto tipo y número de microbiomas no son dañinos, a otra les pueden causar problemas de salud.
Otro estudio plantea que, si una persona posee sumicrobioma alterado por actividades negativas para el organismo, como el consumo de tabaco, alcohol o una mala alimentación, posee una alta probabilidad deque transmita ciertas bacterias a aquellos que convivan con él. No obstante, aún es necesario investigar estas bacterias, pero ya se baraja la posibilidad de que las enfermedades que se consideran no transmisibles, como el asma o el cáncer. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), son las responsables de más de 40 millones de muertes al año y existe una viabilidad de queestén provocadas en parte por estas bacterias.
No hay que olvidar que estas enfermedades poseen un componente genético, pero las bacterias que tengamos en casa podrán aumentar o reducir la probabilidad de desarrollarlas.