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SE DEBILITA
Una investigación revela que se reduce la actividad de los genes en los glóbulos blancos, actores fundamentales del sistema inmunológico.
El organismo de los humanos cuando permanece en el espacio exterior se debilita. Un estudio reciente ha comprobado cómo un grupo de astronautas registró una reducción en la actividad de los genes de los glóbulos blancos, importante para el sistema inmunológico.
A este análisis se sometieron 14 astronautas de la Agencia Espacial Canadiense y la agencia espacial estadounidense NASA que pasaron entre cuatro y seis meses a bordo de la Estación Espacial Internacional. A los 14 se les extrajo sangre una vez antes del vuelo, cuatro veces mientras estuvieron en la estación espacial y cinco después de regresar a la Tierra.
La investigación detectó que la expresión génica en estas células, también llamadas leucocitos, cayó rápidamente cuando llegaron al espacio. Sin embargo, volvieron a la normalidad poco después de regresar a la Tierra.
Esto explicaría, por ejemplo, por qué las personas son más propensas a las infecciones durante los vuelos espaciales. "Una inmunidad más débil aumenta el riesgo de enfermedades infecciosas que limitan la capacidad de los astronautas para realizar su muy exigente trabajo en el espacio", explicó la bióloga molecular Odette Laneuville, autora principal de la investigación publicada este mes en la revista Frontiers in Immunology.
Se trata de un riesgo importante a considerar durante una misión espacial. Si una infección o una afección relacionada con el sistema inmunológico evolucionara a un estado grave, los astronautas en el espacio tendrían una capacidad médica limitada para ser atendidos.
El estudio identificó que la expresión génica en 247 genes en leucocitos estaba en aproximadamente un tercio de los niveles normales. Esta disminución en el organismo de los astronautas ocurrió durante los primeros días en el espacio. Sin embargo, el registro no siguió bajando, sino que se mantuvo estable. Los genes volvieron a la normalidad aproximadamente un mes después del regreso a la Tierra.
Antes de esta investigación, ya se conocía que los astronautas veían comprometido su sistema inmunológico cuando estaban en el espacio, pero faltaba saber el cómo.