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EXPERIMENTO CON CUARZO
Los científicos han realizado experimentos durante años para comprobar qué le ocurre al material cuando un asteroide choca contra él.
Cuando un asteroide impacta sobre la superficie terrestre, crea un cráter acorde a su tamaño y pueden incluso derretir rocas. Por otra parte, a la hora de buscarlos puede ser difícil debido a la erosión y la tectónica de placas, y más aún evaluar las consecuencias que producen. Pero un grupo de científicos ha logrado simular el impacto de un asteroide de tamaño reducido en un laboratorio.
Los investigadores de la Universidad de Jena y DESY han utilizado arena de cuarzo (que químicamente es dióxido de silicio) para evaluar la evidencia del impacto de un asteroide en la superficie. Este material se transforma gradualmente en vidrio y los granos de cuarzo se entrelazan en láminas microscópicas.
Impacto de un asteroide en miniatura
Para probarlo, los científicos utilizaron una celda dinámica de yunque de diamante y comprimieron pequeños cristales de cuarzo. A la vez hicieron pasar una intensa luz de rayos X para investigar los cambios en la estructura cristalina. El truco consiste en dejar que el impacto del asteroide simulado avance lo suficientemente lento como para poder seguirlo con la luz de rayos X, pero tampoco demasiado lento.
Con este experimento, los investigadores han resuelto el misterio de lo que ocurría tras un impacto de un asteroide. Han grabado en detalle atómico lo que le sucede al material y han observado que parte del cuarzo se queda en un estado intermedio, según señalan desde la Universidad de Jena.
Qué pasa cuando impacta un asteroide
"Observamos que a una presión de alrededor de 180.000 atmósferas, la estructura de cuarzo se transformó repentinamente en una estructura de transición más apretada, que llamamos similar a la rosiaita", explica uno de los autores del estudio, que se publica en 'Nature Communications', Christoph Otzen.
La rosiaita es un mineral oxídico, es como un amianto de plomo, compuesto por plomo, antimonio y oxígeno. "En esta estructura cristalina, el cuarzo se contrae en un tercio de su volumen. Las laminillas características se forman exactamente donde el cuarzo cambia a esta llamada fase metaestable" que nadie había podido identificar antes de esta investigación, señala Otzen.
Los científicos también comprobaron que, cuanto más aumentaba la presión, mayor era la proporción de sílice similar a la rosiaita. "Pero cuando la presión vuelve a caer, las laminillas similares a la rosiaíta no se transforman de nuevo en la estructura de cuarzo original, sino que colapsan en laminillas de vidrio con una estructura desordenada", continúa Otzen.
Observar estas laminillas permite a los científicos sacar conclusiones sobre el impacto y conocer cómo ha sido la presión ejercida. Además, también se ha abierto la puerta a estudiar cómo se forma el vidrio a partir de materiales diferentes.