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UN ENTRENADOR PERSONAL
Un dispositivo plagado de cámara, sensores, proyectores e IA para brindarnos la mejor experiencia posible de Boxeo en casa.
El Boxeo, además de un noble deporte, es una de las actividades físicas más exigentes que existen. Por eso muchos aficionados terminan instalando en sus hogares un saco al que golpear con insistencia para mejorar su destreza con los guantes. Un saco tradicional es razonablemente accesible, y es todo lo que necesitamos para practicar este deporte. Pero para quienes tengan un bolsillo mucho más grande y sean apasionados de este deporte, incluso profesionales, estamos seguros que Growl va a ser toda una revolución, ya que es un dispositivo que lleva el concepto de saco de Boxeo a un nuevo nivel.
Muchos han comparado ya a este nuevo Growl con las sofisticadas máquinas de gimnasia de Peloton, una firma que a pesar de los titubeos sigue siendo un referente en este campo. Y no falta razón, porque también representa lo más avanzado técnicamente que podemos encontrar entre los sacos de Boxeo inteligentes, que no son pocos por cierto. Y es que este dispositivo es una amalgama de proyectores y sensores de difícil descripción.
Todo ello para poder entrenar o combatir de tú a tú con alguien de una estatura real, y que parece enteramente que estuviera delante de nosotros combatiendo. Este gran dispositivo no cuenta con pantallas, sino que usa proyectores para mostrar sobre su superficie al otro luchador, así como puntuaciones e indicaciones de entrenamiento en todo momento. Es un dispositivo que a pesar de su abultado tamaño, se adapta perfectamente a cualquier pared.
La pantalla sobre la que se proyectan los diferentes contenidos es lo suficientemente resistente como para poder aguantar nuestros golpes más certeros. Y es que sus creadores aseguran que tiene la resistencia similar a la de un saco de Boxeo real. Gracias a todos los sensores con los que cuenta, sabe cuándo, dónde y cómo golpeamos la pantalla, o lo que es lo mismo, a nuestro contrincante que aparece en ella. Los sensores infrarrojos también permiten usar la superficie de este Growl como una gran pantalla táctil.
Con las cámaras se rastrean nuestros movimientos en tres dimensiones, lo que permite saber dónde hemos golpeado en cada momento, valiéndose de completos algoritmos de IA que pueden predecir multitud de información relativa a nuestra pegada. Y por supuesto, cuenta con un entrenador virtual que nos guiará en todo momento para que nuestra manera de golpear sea la adecuada y más contundente. Tendremos multitud de ejercicios, desde golpear a objetos en la pantalla, a hacerlo directamente sobre uno de nuestros contrincantes virtuales, aunque lo mejor de todo es que nosotros no nos llevaremos ningún golpe.
Eso sí, si queremos hacernos con uno de estos espectaculares Growl, nos va a tocar vaciar el bolsillo, y algo más. Ya que se ofrece de momento en Estados Unidos por una módica cuota mensual de unos 190 dólares durante 36 meses, o 150 dólares en 48 meses. Por lo que el dispositivo al final sale por más de 7000 dólares tras cuatro años, ahí es nada, como decimos, un dispositivo al alcance de solo unos pocos.