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PIERDEN SU GRAN ATRACTIVO
La pantalla inteligente más grande de Google pierde la compatibilidad con dos apps esenciales en su uso, y que para muchos supuso la excusa para comprarlos. Ahora se quedan sin ellas.
Desde luego es de las cosas más desagradables e incomprensibles de la tecnología, la obsolescencia prematura de los dispositivos. Hoy precisamente nos hemos encontrado con uno de esos casos en los que nos parece más sangrante, y tiene que ver con Google y una de sus pantallas inteligentes. Se trata del Nest Hub Max, la primera pantalla inteligente de gran formato de los de Mountain View, y que ahora ha perdido compatibilidad con dos aplicaciones clave, lo peor de todo, una de la propia Google.
Es lo que van a tener que hacer muchos de los usuarios de estas pantallas de Google, tras conocerse que van a perder la compatibilidad nada menos que con Zoom y con Google Meet. De esta manera su webcam frontal dejará de tener sentido en este modelo, ya que prácticamente pierde su utilidad más evidente. Los usuarios de estas pantallas se han dado de bruces con la nueva realidad después de un nuevo proceso de configuración de Meet.
Concretamente al final de este se han topado con el siguiente mensaje Unirse a reuniones ya no estará disponible en este dispositivo desde el 28 de septiembre, por lo que los usuarios se quedarán sin la que es para muchos mejor función de estas pantallas. Pero esto no es lo peor, porque este verano Zoom también anunció que pronto acabaría la compatibilidad con el Nest Hub Max, que en este caso llegará dos días después, el 30 de septiembre de 2023.
Esto como os podéis imaginar no ha gustado nada a los usuarios de estas pantallas inteligentes de Google, que se sienten estafados por perder la única funcionalidad que los animó a comprar estos dispositivos, sobre todo durante la pandemia, cuando reunirse con compañeros de trabajo o familiares de esta forma era algo esencial para muchos. Porque si por algo se justificaba la compra de este modelo más grande, era precisamente por la posibilidad de unirse a reuniones de trabajo o familiares en un formato de pantalla bastante generoso.
Por tanto, para muchos se convertirá en un enorme pisapapeles, ya que habrán perdido su funcionalidad más útil por no se sabe qué razón exactamente. Hablamos de una pantalla inteligente que hoy en día sigue a la venta por un precio bastante elevado. Se especula con que el fin de esta compatibilidad pueda tener que ver con el giro de Google hacia los modelos de lenguaje y la inteligencia artificial en su asistente, acabando con el soporte para apps de terceros en estos dispositivos basados en el asistente.
No obstante, lo que no tiene sentido es acabar también con la compatibilidad de sus propias apps, como Meet, que debería ser una característica troncal para atraer a nuevos usuarios a sus pantallas. A no ser que se apueste todo por la nueva tableta de la firma, la Google Pixel, que cuenta con Android y una base con altavoz para convertirse en una de estas pantallas inteligentes, y que de origen es compatible con muchas más apps. En fin, como siempre, olvidándose a las primeras de cambio de quienes han sustentado en muchas ocasiones su negocio de hardware.