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UN SOFISTICADO MÉTODO DE ROBO
Que los hackers son cada vez más ingeniosos para hacerse con nuestros datos personales es algo evidente. Y que para ello utilizan cualquier método a su alcance, también.
El robo de contraseñas es el método más utilizado por los ciberdelincuentes para robar o secuestrar los datos o la cuenta de usuario. El nivel de sofisticación es tal que ahora incluso pueden hacerse con nuestras contraseñas a través de ataques térmicos, te contamos cómo.
Cómo robar las contraseñas con una cámara térmica
El nivel de invención de los ciberdelincuentes es ilimitado y cualquier cosa puede servirles para intentar robarnos nuestros datos. Este tipo de ataque sobre todo sucede en cajeros automáticos. Una de las situaciones cotidianas en la que más se ve expuesta nuestra información. Estos son un objetivo repetido por estos delincuentes, desde la instalación de cámaras que registran nuestras claves cuando tecleamos el número a este tipo de ataque.
Para entender un poco como funciona debemos hablar primero de las cámaras térmicas. Es capaz de hacer una fotografía a partir de las emisiones de infrarrojos producidas por el espectro electromagnético de un cuerpo. Dicho en otras palabras, pueden registrar más calor que algo que no puede hacer el ojo humano. De modo que, si tocamos un objeto, es capaz de detectar el calor residual durante unos segundos.
Para que puedan ser capaces de registrar las radiaciones electromagnéticas que hemos dejada al pulsar los dígitos en el teclado del cajero no deben transcurrir más de 30 segundos. El procedimiento es el siguiente, llegamos al cajero, introducimos la tarjeta de crédito y tecleas el PIN. Una vez, hemos terminada de operar nos vamos. En ese mismo instante, podría hacerse una fotografía térmica del teclado revelando nuestra combinación secreta.
Además de conocer los dígitos que hemos tocado podrían averiguar el orden, ya que según el color de la imagen distinguimos la cantidad de radiación acumulada en el momento. Con este análisis podemos llegar a la conclusión que las zonas en las que no hemos tocado aparecen en colores fríos, representados por tonos azules y verdes. Mientras que las áreas en las que hemos pulsado aparecerán en color rojo el cual será más intenso en los últimos dígitos pulsados e irá descendiendo en orden inverso al que hemos tecleado. Aunque no es cien por cien efectivo, ya que aumenta la dificultad de reconocer los números que hemos pulsado si estos se repiten. Ya que no serían capaces de completar la secuencia fielmente. Este análisis, también se ha llevado a cabo en pantallas y en teclados, obteniendo el mismo resultado.
Por el momento, no es un método que haya llegado a las calles. Esto se debe a la inmediatez que se precisa para la toma de imágenes. Y la necesidad de aparatos de gran sensibilidad, para alcanzar el objetivo. Aunque desde hace años, se están llevando a cabo estudios de termografía para analizar esta posibilidad. Algo que en el futuro no es descartable y gracias a estos estudios podemos estar preparados llegado el momento. Aunque todo apunta que en el futuro no haremos uso de contraseñas ni patrones de seguridad, ya que nuestros dispositivos incorporan otras medidas de seguridad, mucho más seguras. Y que se están haciendo grandes avances en el reconocimiento facial.
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