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INTERNET, CIUDAD CON LEY
Snapchat permite compartir una foto o un vídeo de hasta 10 segundos y después “desaparece”. Se presupone que la temporalidad de sus contenidos es la utilidad que más le distingue de otras como Instagram. La cuenta atrás de 10 segundos lleva a la falsa creencia de que los contenidos se esfuman de la Red y por tanto, podría incitarnos a compartir contenidos más que arriesgados. Si crees que los únicos que compartís esa información sois tú y tu destinatario, no sabes lo que es Snapchat. No te lo digo yo, te lo dicen ellos mismos.
Para qué se utiliza teóricamente Snapchat
Tomas una foto o grabas un vídeo que, por diferentes motivos, sólo deseas esté disponible para tu/s destinatario hasta 10 segundos. Después, una vez que Snapchat detecta que se ha abierto o que el tiempo ha vencido, lo elimina automáticamente de sus servidores (tampoco te garantizan que el proceso de eliminación se lleve a cabo durante el tiempo mencionado).
Espero que el motivo por el que eres uno de los 110 millones de snapchatters activos al día no sea porque el envío de contenidos a través de esta aplicación tiene una vida de hasta 10 segundos. Eso solo ocurre, supuestamente, en el servidor de la propia Snapchat.
Los contenidos de Snapchat NO desaparecen. Se perpetúan como cualquier otro.
En sus condiciones de uso, Snapchat te avisa de que esas fotos son destruidas de sus servidores pero existen formas para que terceros guarden sistemáticamente la información que compartes.
Primero. Cualquier usuario al que envías tus “snaps”, chat o cualquier contenido, puede guardarlo, compartirlo o copiarlo fuera de la aplicación mediante una captura de pantalla o cualquier aplicación para capturarlo automáticamente o adjuntarlo dentro de una conversación de chat, si así lo tienes configurado con cualquiera de tus contactos a través de la opción “Mi historia”. Snapchat intenta que esta salvaguarda no se produzca o, al menos, que el destinatario sepa que sus contenidos han sido almacenados por eso les notifica que lo han hecho.
Segundo. Si permites la integración e injerencia de aplicaciones de terceros como Snapix o SnapBox para gestionar tu Snapchat, éstas se encargan de capturar cualquier vídeo o foto en el instante en las que los remites sin que te avisen de ello y estarás a merced de sus políticas de privacidad y de las medidas de seguridad que tomen para gestionar tus credenciales y los contenidos que compartes a través de ellos. Podría darse el caso de que alguna vez estuviera disponible alguna aplicación de este tipo que almacene la información que compartes en un servidor malicioso así que lo recomendable es que lo hagas a través del propio Snapchat. Es más, en sus propios términos y condiciones, Snapchat no se hace responsable del tratamiento que terceros hagan de esa información (como es evidente).
Nuestra ley no nos ampara ante las normas impuestas por Snapchat
Snapchat te recuerda que opera desde Estados Unidos, de modo que puede recopilar tu información personal desde, transferirla, almacenarla y tratarla en Estados Unidos y en otros países cuyas leyes locales para la protección de datos y la privacidad puedan ofrecer menos protección que la del país de residencia, en este caso España. Es decir, que de nada sirve que España pida determinada protección jurídica o información sobre un determinado delito cometido en nuestro país que se esté investigando que Snapchat facilitará (o no) la información que estén dispuestos a darte según la legislación en Estados Unidos.
¿Alguien sabe qué utilidad puede tener un filtro que deja constancia de la velocidad a la que viajas si no es para hacerte un selfie conduciendo o arrojándote desde algún sitio?
Si revisas los filtros dentro de la opción de “Ajustes- Servicios adicionales- administrar- filtros” o deslizas la foto tomada para aplicarle uno de ellos, existe uno que capta la velocidad a la que se mueve el usuario cuando toma la foto, facilitado por su posicionamiento. Me gustaría saber qué utilidades tiene este filtro si no es para hacerse selfies mientras se conduce. Esto le pasó a dos ciudadanas, una brasileña en julio y otra norteamericana en septiembre de 2015 que además de sufrir lesiones irreversibles, causaron trágicas consecuencias a otros conductores. A pesar de que la red social fue denunciada, el filtro de la velocidad sigue activo.
Si te lo dice la propia Snapachap, aplica el mismo sentido común que le das a la Red y no envíes mensajes ni compartas contenido que no te gustaría que alguien guardara o compartiera con otros.