¿Qué es el Slop IA en Internet y por qué se lucha contra ello?

El avance de la inteligencia artificial ha dado lugar a un fenómeno preocupante conocido como "Slop", un término que se traduce como "bazofia".

El Slop en Internet se refiere al contenido de baja calidad generado por herramientas de inteligencia artificial generativa de forma autonómica y sin intervención ni supervisión humana, sin importar su utilidad o precisión y cuyo único objetivo es generar beneficios económicos, a través de acciones, como por ejemplo, impulsar las visitas a sitios web, generar tráfico o incrementar el número de seguidores en redes sociales.

A diferencia de los chatbots, estos materiales no buscan interactuar ni satisfacer las necesidades de los usuarios, sino que simplemente pretenden parecer contenido humano para captar tráfico en webs y redes sociales. La producción masiva de "Slop" es rentable, pero su calidad y utilidad son nulas, creando un entorno digital confuso y engañoso.

La IA, puede generar textos casi indistinguibles de los humanos, sin embargo, pueden incluir información errónea e incluso peligrosa, por lo que detectar el Slop es muy complicado, ya que aún hay muy pocas herramientas para detectar textos de este tipo. De momento, la recomendación es que los usuarios verifique la información si sospechan que ha sido creada por inteligencia artificial, y por otra parte, exigir el etiquetado de contenido creado de esta manera para que se pueda diferenciar su origen.

Las grandes empresas tecnológicas se han visto obligadas a reaccionar ante la proliferación del "Slop", aunque con medidas que aún no resuelven el problema. Meta ha comenzado a etiquetar el contenido generado por IA, TikTok automatiza este etiquetado para distinguirlo del contenido humano y Google introduce resúmenes automáticos en sus búsquedas, un esfuerzo que podría diluir aún más la línea entre lo real y lo artificial.

El auge del "Slop" representa un desafío significativo para la integridad de la información en internet. Este contenido, diseñado exclusivamente para generar ingresos sin aportar valor, está erosionando la confianza de los usuarios y dificultando el acceso a información útil. Es crucial que tanto los usuarios como las plataformas tecnológicas tomen medidas más efectivas para identificar y combatir esta plaga digital, preservando así la calidad y la fiabilidad del contenido en la web.