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SEGÚN UN ESTUDIO

Pompeya: Los terremotos añadieron destrucción y muerte durante la erupción del Vesubio

La fracturas y traumatismos observados en esqueletos encontrados tras excavar un edificio de esta antigua ciudad romana se debieron a que, simultáneamente a la famosa erupción del Vesubio en el año 79 d. C., hubo grandes derrumbes por terremotos. Así lo indica un nuevo estudio que proporciona una historia más completa del desastre.

PompeyaPixabay

Hace casi 2000 años, Plinio el Joven, un abogado, escritor y científico de la antigua Roma, escribió unas cartas en las que describía cómo temblaba el suelo al entrar en erupción del Vesubio. Ahora, un estudio dirigido por investigadores del Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología (INGV) y el Parque Arqueológico de Pompeya, ambos en Italia, ha revelado nueva información sobre los efectos de la sismicidad asociada a la erupción del 79 d. C.

El trabajo, publicado en Frontiers in Earth Science, es el primero que aborda la compleja tarea de informar sobre los efectos que pudieron producir los sismos y erupciones simultáneas. Esto es difícil, debido a la posibilidad de que los efectos volcánicos puedan haber eclipsado los causados por los terremotos y viceversa, indican los autores.

Reconstruir un rompecabezas

“Es como un rompecabezas en el que todas las piezas deben encajar para desvelar el cuadro completo”, explica Domenico Sparice, vulcanólogo del INGV Observatorio Vesubiano y primer autor del trabajo.

Durante las excavaciones en la Casa dei Pittori al Lavoro, los investigadores observaron algo extraño en los edificios derrumbados. “Observamos características peculiares que no concordaban con los efectos de los fenómenos volcánicos descritos en la literatura vulcanológica dedicada a Pompeya. Tenía que haber una explicación diferente, afirma el coautor Mauro Di Vito, vulcanólogo, coautor del estudio y director del INGV.

Cuando el equipo encontró dos esqueletos con graves fracturas y lesiones traumáticas, sintió aún más curiosidad por averiguar el motivo.

Según comenta Sparice a SINC, “creemos que la sismicidad desempeñó un papel importante, principalmente, entre la primera y la segunda fase de la erupción, ya que provocó derrumbes de edificios y muertes incluso en ausencia de fenómenos volcánicos. Los movimientos sísmicos pudieron también influir en las decisiones tomadas por los supervivientes en el momento inicial de la erupción”, subraya.

Fuertes terremotos y colapso en el volcán

En este lapso, prosigue, “se produjeron fuertes terremotos asociados al colapso de un sector del volcán que condujo a la formación de una caldera. Estos sismos fueron sentidos por Plinio el Joven en Misenum (30 km al oeste del Vesubio) al amanecer del segundo día de la erupción”.

El vulcanólogo cree que los que no huyeron de sus refugios "fueron posiblemente arrollados por los derrumbamientos de las construcciones debido a los terremotos y agravados por la carga de lapilli de piedra pómez" –pequeñas partículas de roca y ceniza–.

"Este fue el destino de los dos individuos, cuyos esqueletos recuperamos. Los que escaparon de estos peligros o huyeron de sus refugios, probablemente, empujados por los temblores, además del descenso temporal de la actividad volcánica, fueron arrastrados poco después por las inminentes corrientes piroclásticas. Independientemente de sus decisiones, su suerte estaba echada", relata Sparice.

La erupción sorprendió a los pompeyanos en plena vida cotidiana. Durante unas 18 horas, el lapilli cayó sobre la ciudad, haciendo que la gente buscara refugio. Cuando la erupción se detuvo, los habitantes que habían sobrevivido pudieron creerse a salvo... hasta que comenzaron los fuertes terremotos.

Esqueleto del 'individuo 2', un varón de unos 50 años, que pudo ser consciente del peligro e intentó protegerse con un objeto redondo de madera / Parque Arqueológico de Pompeya

Derrumbes de edificios

"La gente que no huyó de sus refugios fue posiblemente arrollada por los derrumbes de edificios ya sobrecargados inducidos por los terremotos", explica Valeria Amoretti, antropóloga coautora del estudio y directora del Laboratorio de Investigación Aplicada del Parque Arqueológico de Pompeya.

Los autores estiman que los dos esqueletos encontrados en la excavación de Casa dei Pittori al Lavoro tendrían unos 50 años de edad. Sus posiciones sugieren que el ‘individuo 1’ fue aplastado repentinamente por el derrumbe de un gran fragmento de muro, lo que le provocó graves traumatismos que le causaron la muerte inmediata.

El individuo 2, sin embargo, pudo ser consciente del peligro e intentó protegerse con un objeto redondo de madera del que los autores encontraron débiles huellas en los depósitos volcánicos.

La investigación antropológica de estos restos “puso de manifiesto que ambos esqueletos presentaban múltiples fracturas óseas compatibles con traumas de compresión causados por el derrumbe de grandes fragmentos de pared. Esta observación nos llevó a excluir la asfixia o los efectos térmicos como causas de la muerte, típicamente asociados a las corrientes piroclásticas”, explica Sparice a SINC.

No existen estimaciones fiables sobre cuántas personas murieron por causas relacionadas con el volcán o debido a los daños causados por los terremotos.

Localización de las habitaciones excavadas donde se encontraron los esqueletos. / Parque Arqueológico de Pompeya

Últimas horas de la existencia de la ciudad

"Los nuevos conocimientos sobre la destrucción de Pompeya nos acercan mucho a la experiencia de las personas que vivieron aquí hace 2000 años. Las decisiones que tomaron, así como la dinámica de los acontecimientos, que siguen siendo objeto de nuestra investigación, decidieron sobre la vida y la muerte en las últimas horas de existencia de la ciudad", destaca el coautor Gabriel Zuchtriegel, director del Parque Arqueológico de Pompeya.

Los fenómenos sísmicos y volcánicos se produjeron en rápida sucesión o simultáneamente y sus efectos pudieron acumularse. Es posible que varios tejados que resistieron la acumulación de lapilli, durante la primera fase de la erupción, se derrumbaran como consecuencia de la sismicidad. También es probable que los terremotos dañasen parcialmente algunos muros, luego demolidos por el impacto de la corriente piroclástica más potente que llegó a la antigua ciudad romana.

Domenico Sparice concluye que su estudio "demuestra que Pompeya se vio gravemente afectada por terremotos durante la erupción del 79 d.C, además de fenómenos volcánicos, que provocaron el colapso de edificios y muertes de las que nunca hasta ahora se había tenido noticia".

En su opinión, “no es tarea fácil encontrar las pruebas arqueológicas de la sismicidad sineruptiva– actividad sísmica que ocurre en asociación con una erupción volcánica–. Pero el objetivo puede alcanzarse mediante la cooperación entre expertos de distintas disciplinas. La investigación vulcanológica por sí sola no basta”.

Referencia:

D. Sparice et al. "A novel view of the destruction of Pompeii during the 79 CE eruption of Vesuvius: syn-eruptive earthquakes as an additional cause of building collapse and deaths". Frontiers in Earth Science (2024)