TE LO CONTAMOS
Este lugar tiene una historia curiosa y actualmente pertenece al municipio de Oza-Cesuras. Se trata de un lugar que jamás finalizó su construcción debido a unas causas que te contamos a continuación.
En España existen numerosos edificios y lugares que se encuentran actualmente abandonados o sin finalizar su construcción. Uno de ellos es el Sanatorio de Abades en Tenerife, conocido como 'el valle de leprosos'.
Hoy te contamos la historia de otro de estos lugares. Entre los siglos XIX y XX uno de los principales problemas sanitarios de la sociedad fue la tuberculosis, una enfermedad que afectaba sobre todo a los pulmones y que acababa con la vida de la mayoría de las personas. Los remedios para acabar con esta enfermedad no fueron eficaces, sin embargo, un estudiante de botánica alemán, Hermann Brehmer, quién padecía esta enfermedad, buscó la solución para curarse.
Decidió construir en 1859 en Alemania el primer sanatorio para tuberculosis y su régimen terapéutico consistía en: aire de montaña, paseos por la naturaleza, ejercicio, control de la temperatura con frecuencia y tres comidas diarias con vino y coñac. Fue un remedio efectivo y de 958 pacientes, solamente murieron el 4,8%, por lo que, en 1922, la Junta Provincial Antituberculosa de A Coruña decidió construir uno de estos sanatorios.
Compraron territorios en el municipio de Oza-Cesuras porque la zona se encontraba a bastante altitud y cerca de la ciudad de A Coruña. El arquitecto de su diseño fue Rafael González Villar, autor de obras como el Kiosko Alfonso o la Casa Molina en A Coruña.
Se construyó con la idea que al estar rodeado de tanta naturaleza y en la montaña, podría suponer el fin a esta enfermedad. Buscaron financiación de donaciones del Estado, aportaciones de los Centros Gallegos de emigrantes en La Habana y Sudamérica y los ingresos de la Fiesta de la Flor de A Coruña. Sin embargo, teniendo toda la financiación, el proyecto se suspendió por razones políticas. Hay quien dice que la ubicación no era la más idónea y hay otros quienes afirman que los Centros Gallegos retiraron su apoyo financiero a este proyecto.
Desde 1973, el edificio pertenece al ayuntamiento de Cesuras y se encuentra abierto de manera gratuita a todos los que quieran visitarla. Aunque el estado del edificio es lamentable, se conserva la fachada exterior y los muros del interior. No es aconsejable subir debido a que las plantas superiores se encuentran deterioradas.