¿Lo sabías?
Algunos de los monumentos más importantes del mundo guardan secretos jamás contados. Uno de ellos es el de la mítica torre de la capital francesa, que hace poco desveló lo que escondía en su interior.
Inaugurada en 1889, la Torre Eiffel se ha convertido en todo un símbolo para los franceses. Millones y millones de personas alrededor del mundo visitan anualmente este lugar que ya se ha convertido en el protagonista asegurado de al menos una de las fotografías que se capturen en la ciudad.
Pero lo que muy pocos desconocían es el secreto que esconde en su interior. Tal y como explica Atlas Obscura, cuando la torre se construyó, se supo que su creador Gustavo Eiffel se instaló un apartamento “levantando la envidia de la élite de París”, según explican en este blog.
Ubicado en el tercer nivel de la torre, este lugar no era grande, pero sí acogedor. En contraste con las vigas de acero industrial del resto del monumento, el apartamento estaba “amueblado con un estilo simple y muy aclamado por los científicos”.
Las paredes estaban cubiertas de un fondo cálido y los muebles contaban con estampados florales, gabinetes de madera e incluso un piano de cola. Además, tenía algunas zonas de laboratorio equipadas con material científico.
Una vez que comenzó a transmitirse este rumor, la alta sociedad parisina se moría de envidia, por lo que el dueño comenzó a recibir diversas ofertas de alquiler, incluso por noche.
Hoy en día, después de haber estado cerrado durante años, el apartamento puede visitarse a través de una ventana si compras la entrada correspondiente. Como explica este blog, gran parte del mobiliario sigue conservándose tal y como lo disfrutó Eiffel, e incluso pueden verse dos maniquíes del mismo junto a Edison, quien lo visitó en numerosas ocasiones.
Y tú, ¿te atreves a conocer la humilde morada del histórico ingeniero?