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El desconocido pueblo de Guadalajara que está rodeado por cascadas de 15 metros

Esta pequeña localidad tiene poco más de 1300 habitantes y está situada a 140 kilómetros de Madrid. Es una idea excepcional para disfrutar de la naturaleza y de las cascadas que tiene. ¡Conoce cuál es y qué ver en ella!

Guadalajara se trata de una provincia que tiene mucho que ofrecer a los viajeros amantes de la naturaleza y la historia. Si te gusta el turismo rural, te recomendamos probar el hotel de Guadalajara que tiene 12 cuevas y un jacuzzi a orillas del río. Si eres más de turismo histórico, entonces Sigüenza será tu destino ideal. Sin embargo, hoy vamos a hablar sobre un pueblo mucho menos conocido que estas dos localidades anteriores, pero que igualmente es una opción perfecta para desconectar del estrés diario y conectar con la naturaleza.

Se trata de Trillo, situado a menos de dos horas de Madrid en coche y localizado en la comarca de La Alcarria, en la provincia de Guadalajara. Su belleza reside en las diversas cascadas que rodean el pueblo, pues se encuentra en el punto donde el Tajo y el Cifuentes se unen, lo que origina increíbles saltos de agua. Sin embargo, de entre todas ellas destaca la Cascada de Cifuentes, de 15 metros de alto.

Qué ver en Trillo

Puente sobre el río Tajo

Además de visitar la Cascada de Cifuentes, existen otros planes que no puedes perderte en Trillo. Uno de ellos es el Puente sobre el río Tajo, construido en el siglo XVI y que ha sufrido las consecuencias de importantes conflictos como la Guerra de Sucesión, la de la Independencia o la Guerra Civil. Este puente es uno de los monumentos más característicos y visitados del pueblo.

Museo Prometeion

También existen alternativas de interior en el viaje a Trillo. El Museo Prometeion, un museo de energía, se centra en cómo el río ha ayudado durante años a generar energía hadráulica, haciendo funcionar molinos, batanes y fábricas. Se trata de una manera de explicar y divulgar cómo el agua se ha convertido en una fuerza motriz para el pueblo, convirtiéndose en un principal impulso económico.

Museo Etnológico

Otra manera de adentrarse en la historia de Trillo y en las tradiciones del pueblo es el Museo Etnológico. Está formado por piezas donadas por habitantes de la zona y situado en la antigua Ermita de San Blas. Podrás conocer cómo era vivir sin los avances actuales y sin agua, luz o electrodomésticos.

El Rollo Jurisdiccional

Aunque a primera vista no puedas imaginar bien de qué se trata, esta consiste en una columna de piedra del año 1668. Sin embargo, de su construcción original solo queda la base. Tiene un total de metro y medio de altura y era utilizada como punto de arranque de la calle para entrar al pueblo desde la carretera vieja de la Corte y desde el camino de Gualda.

Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción

Otra visita obligada de Trillo es la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, construida en el siglo XVI. Solo cuenta con una nave y, aunque en su origen tenía tres puerta, hoy solo se puede utilizar una de ellas. Durante la Guerra Civil se destruyó el retablo que se localizaba en la iglesia, por lo que actualmente podrás ver uno de estilo plateresco.

Ermita de San Roque

Además de la iglesia principal del pueblo, también podrás descubrir bonitas y pequeñas ermitas que se encuentran fuera del centro urbano. Además de disfrutar de esta ermita, desde este punto podrás ver unas preciosas vistas de Trillo. Este pequeño templo se sitúa al lado del mencionado anteriormente Rollo Jurisdiccional.

Tetas de Viana

Fuera también del pueblo se encuentran las conocidas como Tetas de Viana, declaradas Monumento Natural. En la ruta entre Viana y Mondéjar encontrarás estas dos montañas de 1.145 metros ambas y terminadas en meseta. En las inmediaciones de estas dos colinas hay unas rutas de senderismos de 39 kilómetros.

Descenso del río Tajo

Si eres un amante de los deportes acuáticos, en Trillo también encontrarás un plan perfecto para ti. Podrás hacer el descenso del río Tajo en piragua en el que disfrutar de la vegetación del río y, si hace buen tiempo, darte un chapuzón.