LA RIOJA
La ermita de Santa María de la Piscina es uno de los grandes ejemplos de arquitectura románica más espectaculares que podemos encontrar en La Rioja.
No es ningún secreto que en España hay un gran número de edificaciones religiosas que, desde luego, no dejan absolutamente indiferente a nadie. Un claro ejemplo lo encontramos en la ermita de Santa María de la Piscina que, con el paso del tiempo, se ha convertido en una de las más visitadas de La Rioja.
Para poder visitarla, debemos viajar hasta San Vicente de la Sonsierra. Debemos tener en cuenta que merece mucho la pena verla en primera persona, entre otras cuestiones, por estar completamente aislada entre dos cerros. Además, estamos ante el edificio mejor conservado de La Rioja en cuanto a estilo románico se refiere.
¿Cuál es la historia de la Ermita de Santa María de la Piscina?
Todo comenzó cuando el infante don Ramiro Sánchez de Navarra participó en la conquista de Tierra Santa, concretamente de la conquista de Jerusalén. Cuando regresó a la Península, quiso retirarse al Monasterio de Cárdena. En su testamento, don Ramiro encargó la construcción de un templo que sirviera de cobijo a la imagen de Nuestra Señora, así como a un trozo de la cruz en la que fue crucificado Jesucristo.
Así pues, esta ermita se mandó a construir en 1110, llegando a ser consagrada en 1137 y posteriormente finalizada en el siglo XIII. El paso del tiempo se hizo presente en sus cimientos, por lo que en 1975 se llevó a cabo su restauración. Además, se decidió reorganizar la Divisa, Solar y Casa Real.
Lejos de que todo quede ahí, debemos tener en cuenta que esta ermita es una de las edificaciones románicas mejor conservadas de La Rioja. Destaca, sobre todo, por ser parte del conocido como románico pleno. Además, se mantiene en un estado bastante puro ya que casi todo el románico que podemos encontrar en La Rioja es bastante tardío.
Esta ermita está construida en piedra de sillería y cuenta con una nave de cuatro tramos cubierta con una bóveda de cañón, con tres arcos de medio punto. Por si fuera poco, también llama la atención por la cámara rectangular que encontramos en el muro norte de la nave, que cuenta con una bóveda de cuarto cañón. No podemos dejar atrás su sorprendente torre campanario.
Así pues, no es ningún secreto que la estructura monumental de esta ermita de Santa María de la Piscina es, cuanto menos, variada. Se puede apreciar, sobre todo, en sus ventanas así como en la portada que presenta. Es importante hacer mención a los seis capiteles que tiene la nave, ya que están decorados con diversos motivos.
Una cuestión a tener en cuenta, a su vez, es que en el presbiterio y en el ábside quedan pocos restos de esas pinturas románicas que fácilmente podrían datarse en el siglo XIII. Muchos son los testimonios que aseguran que lo que, en estas pinturas, queda reflejada esa hazaña de don Ramiro Sánchez de Navarra. Algo que, a día de hoy, sigue presente en el día a día de muchos de los habitantes de San Vicente de la Sonsierra, ya que ha pasado de generación en generación. Y precisamente por eso, esta historia es algo que desean transmitir a todos los turistas que deciden dejarse llevar por la belleza y la historia de la ermita de Santa María de la Piscina.
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