¿LO CONOCES?
Escondido entre las majestuosas montañas del norte de España, se encuentra un desfiladero que no solo impresiona por su belleza natural, sino que también guarda siglos de historia en cada uno de sus recovecos. Sigue leyendo para descubrirlo.
Cantabria, esa joya verde del norte de España, es una región que parece sacada de un cuento de hadas. Con sus imponentes montañas y uno de los pueblos más bonitos de España, este rincón del país ofrece a los viajeros una mezcla perfecta de naturaleza y cultura rica en tradiciones. En este entorno encontramos un impresionante lugar que se abre paso entre las montañas de los Picos de Europa.
El desfiladero de La Hermida, con sus imponentes paredes de roca caliza que se alzan hasta los 600 metros, es el más largo de España, extendiéndose 21 kilómetros. Este cañón natural es atravesado por el río Deva, cuyas aguas cristalinas han esculpido el paisaje a lo largo de milenios.
A medida que uno se adentra en sus curvas, el desfiladero ofrece una visión de bosques que trepan por las laderas, pequeños arroyos que caen en cascada desde las alturas, y una rica biodiversidad que convierte a este lugar en un paraíso.
Para los amantes del senderismo, el desfiladero de La Hermida es un destino privilegiado. Existen diversas rutas que permiten explorar este impresionante entorno natural desde diferentes perspectivas. Una de las rutas más populares es la que conecta La Hermida con el famoso Mirador de Santa Catalina, un recorrido que, aunque exige esfuerzo, recompensa con unas vistas panorámicas de infarto. Desde este mirador, se puede contemplar el desfiladero en toda su extensión, así como las montañas de los Picos de Europa que lo rodean.
Pero no es solo la naturaleza lo que hace del desfiladero de La Hermida un lugar especial. En sus márgenes, pequeños pueblos como La Hermida y Lebeña conservan un encanto rústico, donde el tiempo parece haberse detenido. Aquí, el visitante puede sumergirse en la historia y la cultura local.
El desfiladero también tiene un lugar especial en la cultura popular cántabra. Se dice que en sus profundidades habitan seres mitológicos, como las anjanas, hadas bondadosas que protegen los bosques y ríos, y los ojáncanus, gigantes de un solo ojo que representan la fuerza bruta de la naturaleza. Estas leyendas, transmitidas de generación en generación, añaden un aire de misterio y magia a un lugar que ya de por sí parece salido de otro mundo.
El desfiladero de La Hermida es, sin duda, un destino que no deja indiferente a nadie. Este lugar se presenta como una parada obligatoria en tu ruta, un lugar donde la belleza salvaje y la tranquilidad hacen que el tiempo, por un momento, parezca detenerse.