DINAMARCA
Detrás de este nombre “Monstrum” están sus fundadores, los daneses Ole Barslund Nielsen y Christian Jensen, que anteriormente trabajaron creando escenografías teatrales, y eso explicara la esteticidad de sus proyectos. Diseñan parques infantiles únicos con especial atención en la calidad artística y arquitectónica. Estas estructuras de juegos fascinan tanto a adultos como a niños.
Estos parques salidos de las mejores de las ficciones y de potentes mentes imaginativas se encuentran en varias ciudades del mundo en diferentes países. No hay dos parques iguales, ni si quiera parecidos. Dinamarca, Suecia, Bermudas, Bali o Francia son alguno de los territorios afortunados.
Los diseños se basan en historias. Los patios de juego deben inspirar primero a los niños a que jueguen y desafiar sus habilidades motoras, así como su imaginación. Por eso las creaciones de Monstrum son más que meros parques infantiles, son esculturas que encajan perfectamente en el paisaje y el espacio urbano, cuentan historias e invitan a todos a divertirse en ellos. De esta manera, son puntos de referencia de su entorno.
Sus estructuras cobran vida cuando los niños van corriendo a jugar en ellas. Casas retorcidas, torres medievales junto a cohetes, una anguila alrededor de un faro… Posiblemente uno de los parques más maravillosos que han creado es el de Liseberg, en la ciudad sueca de Gotemburgo. Éste reproduce la forma de un palacio con tres torres unidas por unas galerías. En una de las torres hay una red de escalada grande que lleva a la azotea.
Trabajan en colaboración con municipios, arquitectos paisajistas, instituciones, museos y asociaciones de vivienda. Una vez la idea ya se ha asentado, el equipo desarrolla el proyecto mediante bocetos manuales y modelado 3D, sin olvidar la seguridad de los niños, el valor del juego y las historias que se crearán en esos entornos de ocio.
El propósito principal de un patio de recreo es desafiar las habilidades motoras de los niños. Partiendo de esa base, el equipo de Monstrum idea parques que atraigan a diferentes grupos de edades, y dividen los parques en diferentes áreas para satisfacer las necesidades de grandes y pequeños.
Por ejemplo, los más pequeños necesitan mayor comodidad y la presencia de adultos. Mientras los niños algo más creciditos admiran y observan las habilidades de los más mayores, éstos últimos necesitan velocidad y desafíos más complicados. Por ello las diferentes áreas de los parques y sus elementos son separadas. Este equipo de diseñadores, arquitectos y carpinteros, tienen algo en común, y es que aspiran a crear juegos con la mayor accesibilidad posible, también para niños con necesidades especiales.
A pesar de tanta innovación y diseño, no olvidan elementos clásicos y tan populares como toboganes y columpios, que son el “must have” de todo parque infantil.