VIENEN CAMBIOS
El Arco de la Victoria de Madrid, ubicado en una de las entradas principales a la capital, será sometido a un trabajo de restauración por primera vez desde los años ochenta. Así lo ha anunciado el Ayuntamiento, que también se replantea su futuro uso.
Seguro que te ha dado la bienvenida a la capital más de una vez al llegar de vacaciones por la N-6 y seguro que lo has visto en cientos de ocasiones haciendo planes por Madrid, saliendo de la parada de metro de Moncloa.
En efecto, hablamos del Arco de la Victoria, también conocido como la Puerta de la Moncloa. La última vez que se le hizo una restauración y limpieza fue nada menos que hace 36 años, en 1987. A simple vista no se nota demasiado, pero basta con acercarse a él para darse cuenta de que el paso del tiempo no le ha tratado demasiado bien.
Aunque está rodeado por carretera, sigue siendo una zona plenamente accesible que tiende a llenarse de basura y pintadas. La ausencia de mantenimiento y limpieza ha causado notables estragos en el monumento.
Por todo ello, la semana pasada, Marta Rivera de la Cruz, la delegada de Cultura, Turismo y Deportes del Ayuntamiento de Madrid, anunció que se va a poner en marcha un plan para restaurar y mantener el Arco de la Victoria. Concretamente será a través de un convenio con la Universidad Complutense de Madrid.
Este arco, de 42 metros de altura (49 si contamos los 7 metros que mide la cuádriga de Minerva, estatuas que decoran la parte superior) fue construido durante la primera mitad de los años cincuenta, obra de los arquitectos Modesto López Otero y Pascual Bravo Sanfeliú, para conmemorar la victoria del bando franquista en la Guerra Civil.
Por eso mismo, hace tiempo que el monumento está rodeado de polémica, ya que no respeta la Ley de Memoria Democrática, por lo que se ha llegado a pedir su destrucción. Y así como la avenida en la que se encuentra se renombró de "La Victoria" a "La Memoria", también han propuesto que también se le cambie el nombre al arco.
Desde el Ayuntamiento también se ha indicado que, tras su restauración, se planeará qué uso se le puede dar al arco. Poca gente lo conoce, pero éste cuenta con una sala abovedada en su interior y un mirador en lo alto del mismo, de modo que estas partes del monumento podrían ser reaprovechadas.