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Palacio de Laredo, en Alcalá de Henares, fue construido a finales del silgo XIX y a muchos turistas les recuerda a El Capricho (en Comillas) o a la Alhambra (Granada). Te contamos todos los detalles.
Los palacios son edificios usados como residencia de un rey, un gobernante o una persona de gran riqueza. Muchos de ellos, al igual que los castillos, guardan curiosas leyendas en su interior, como es el caso de Canto del Pico, el palacio abandonado de Madrid.
Y ahora queremos hablaros del Palacio de Laredo, que se encuentra en Alcalá de Henares, en la Comunidad de Madrid. Este palacio fue construido a finales del siglo XIX en estilo neogótico y mudéjar por el artista Manuel José Laredo y Ordoño, del que toma su nombre.
Hay quien dice que este edificio recuerda a otro llamado El Capricho, proyectado por Gaudí en 1883 y localizado en la localidad cántabra de Comillas, o incluso (marcando las diferencias) a la Alhambra de Granada.
Tal y como podemos leer en la web de la Comunidad de Madrid, fue construido entre 1880 y 1884 para su residencia particular por el pintor, restaurador, arquitecto y decorador que le da nombre y que, para más datos, fue también alcalde de Alcalá. El palacete de Laredo es el mejor ejemplo de la arquitectura historicista complutense del siglo XIX.
En el palacio se incorporaron numerosos restos arqueológicos y arquitectónicos procedentes de otros edificios, entre los que destacan los artesonados y la bóveda de crucería del castillo prisión de Santorcaz. Por su parte, las pinturas del salón de los reyes son obra del propio Laredo. También conserva uno de los pocos jardines interiores de la ciudad.
En 1975 fue declarado Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento. En su interior encontrarás puertas falsas, espejos y bellas salas. En la actualidad, está abierto al público como Museo Cisneriano y cuenta con un centro de documentación, dependientes de la Universidad de Alcalá.