PECULIAR
En el Algarve de Portugal hay una playa que tiene un cementerio de anclas de lo más curioso de ver.
La semana pasada os comentábamos en un artículo que una playa del Algarve de Portugal tenía una playa kilométrica a la que tan solo se podía acceder mediante un trenecillo. Se trata de la Praia do Barril, ubicada en la Ilha de Tavira.
Sin embargo, no es la única curiosidad que esconde esta playa, que forma parte de un extenso arenal compuesto por otras cinco más: Isla de Tavira (Praia da Ilha de Tavira o Praia Tavira), Playa Santa Luzia (también conocida como Tierra Estrecha, Praia da Terra Estreita), Playa del Hombre Desnudo (Praia do Homem Nu), Barra Velha y Barra Nova.
Y es que esta playa también cuenta con un cementerio de anclas difícil de obviar. Decimos difícil porque es imposible no verlo, ya que se encuentra junto al acceso que lleva a la estación de minitren y a la zona de tiendas y restaurantes.
Estas anclas llevan ahí desde 1964, cuando la comunidad pesquera de esta playa desapareció definitivamente. Hay un total de 203 anclas y rinden homenaje a la desaparecida pesca del atún azul en Algarve.
Esta pesca de la que hablamos se realizaba con técnicas tradicionales y que durante la temporada de atunes (entre mayo y septiembre) y daba trabajo a 80 familias. Los pescadores utilizaban las redes y las anclas oxidadas que hoy vemos en la arena, creando laberintos de los que los peces no podían salir. El número de atunes disminuyó considerablemente y se hizo imposible mantener las técnicas de pesca menos invasivas.
Y es que este paisaje es digno de ver, porque en muchas ocasiones hemos oído hablar de cementerios cerca del mar de lo más particulares, como los cementerios de barcos, pero este cementerio de anclas es uno de los pocos que existen en el mundo.
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