El mapa del amor
Las relaciones a distancia han dejado de ser algo raro y atípico, a hacerse cada vez más comunes. Becas Erasmus, oportunidades de trabajo o ser de países diferentes… son a veces los responsables de separar geográficamente a una pareja.
“Creer que un cielo en un infierno cabe, / dar la vida y el alma a un desengaño; /esto es amor, quien lo probó lo sabe” La descripción de amor en palabras de Lope Vega puede describir la sensación de “locura” que muchos tienen al embarcarse en una relación en la que no se han de ver a menudo.
La web Atlas Obscura ha recopilado en un mapa las experiencias de 600 participantes que contaron sus experiencias con amores alejados. A pesar de lo que se pueda esperar, la mayoría de las personas que contestaron a la encuesta continúan son su pareja, bien a distancia o viviendo bajo el mismo techo. En el mapa las relaciones se filtran por la longitud de la distancia, la duración, la razón y el estado.
Otro aspecto que la web hace visible es la duración de estas relaciones, aunque a veces sean temporales, en la mayoría de los casos no es algo de dos o tres meses. En este mapa interactivo se ven representadas diferentes tipos de relaciones, desde algunas intercontinentales, a otras que solo tienen unas tres o cuatro horas de trayecto entre amantes. Algunas parejas llevan juntas más de 10 años y continúan disfrutando de su amor; otras, tras algún tiempo alejados y muchas horas de avión, decidieron poner fin a su historia.
Las fórmulas de mitigar la impaciencia y las ganas incontenibles de verse son infinitas. Afortunadamente, la tecnología es amiga de las parejas que viven alejadas. Empezando por la popular aplicación WhatsApp, que además de enviar mensajes y llamadas de voz, también podemos hacer vídeo-llamadas con nuestro compañero. Si preferimos una calidad mejor en esas vídeo- llamadas, Skype es el programa más popular y usado, o Facebook Messenger también ofrece ese servicio.
Para los que sean más nostálgicos de lo analógico, enviarse cartas es una alternativa y una forma de tener cierto contacto físico, pues la misma carta pasa por las manos de ambos. Aparentemente, es imposible hacer planes con nuestra pareja si hay 1500 kilómetros entre separándonos, pero siempre hay una forma de encontrar un pequeño momento de intimidad y relax, como por ejemplo, ver la misma serie o película a la vez y mientras ir comentando lo que va pasando.
También ofrece la posibilidad de viajar más, no solo por las visitas de unos a otros, sino porque ya que se invierte dinero, ¿por qué no convertirlo en unas vacaciones en pareja? Es la oportunidad perfecta para visitar ese destino en el que tantas conversaciones ha surgido, es ciudad que a ambos fascina, o la acampada perfecta para dedicarnos única y exclusivamente a nosotros.
Sea como fuere, cualquier relación ya sea a distancia o sin ella, necesitan respeto, confianza, buena comunicación y, crear momentos y vínculos de intimidad. No ver la distancia como el enemigo, sino como una herramienta para conocer en otros aspectos y de otras maneras a nuestro aventurero preferido.
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