Un viaje espectacular
Hay viajes que nunca pasarán de moda y que nunca dejarán de llamar nuestra atención. ¿Quién no ha oído hablar del Transiberiano? Ese mítico tren que recorre Rusia de un lado a otro, atravesando parajes que ni siquiera somos capaces de imaginar y presentándonos los contrastes que existen desde la zona europea hasta la asiática. Un viaje en el que la aventura es protagonista, pero en el que también pueden serlo el lujo, la historia, la fotografía… Todo lo que se te pase por la cabeza y mucho más.
Si eres de los que sueña con hacer este viaje, lo primero que tienes que saber es que existen variantes. El clásico es aquel que recorre Rusia desde Moscú a Vladivostok, aunque también están el Transmanchuriano, que llega a Pekín, y el Transmongoliano, que también llega a la capital china pero pasando por Ulán Bator. Antes de aventurarte a preparar tu viaje, tienes que tener claro cuál es el recorrido que quieres hacer y, por supuesto, el número de paradas que te parecen ideales. Hay quien prefiere hacer tan solo una, que generalmente en el Transiberiano suele ser Irkutsk, o quien decide hacer varias paradas y conocer más a fondo otras ciudades y pueblos de Rusia.
Otro de los puntos a tener en cuenta es el tipo de tren en el que quieres viajar. El clásico, el de toda la vida, el que utilizan los rusos, es la apuesta más auténtica. En él encontrarás tres clases, siendo la primera la más lujosa, aunque diferenciándose bastante de los trenes de lujo. Estos segundos trenes están operados por compañías privadas y son como hoteles de cinco estrellas sobre raíles. Allí vivirás la experiencia más lujosa que podrías haber imaginado, todo ello rodeado de unos paisajes que te asombrarán, te maravillarán y te enamorarán.
En cuanto a la compra de los billetes, lo más recomendable es que se haga unos meses antes y online, aunque siempre podrás esperar a sacarlos en taquilla (en el caso de los trenes regulares). Aquí será donde tendrás que decidir las paradas y el recorrido que harás. En los trenes regulares, con el billete normal, se puede hacer una parada de varias noches sin comprar otro ticket, que es la que muchos aprovechan en Irkutsk o Ekaterimburgo. Sin embargo, ya que vas a hacer este increíble viaje, lo mejor será que hagas noche en los mayores lugares posibles, para que puedas conocer Rusia a fondo.
Antes de organizar tu viaje, infórmate muy bien de las diferentes ciudades por las que pasa el tren, de los atractivos de cada una y piensa qué es exactamente lo que buscas del viaje. Rusia es un país cargado de contrastes y que, además, nos sorprenderá enormemente, por lo que no te recomendamos que pases por él ‘por encima’, sino que bucees en su realidad y te enamores por completo. Por eso, si eres de los más aventureros, los trenes regulares serán tu opción perfecta, ya que podrás conocer de forma directa la realidad de los rusos.
Si finalmente optas por este tipo de trenes, te aconsejamos que antes de montar hagas una compra considerable en un supermercado. Comida en lata, noodles, agua (aunque en el tren se ofrece, pero por si surgiera algún problema), papel higiénico… Vas a vivir en esos vagones durante al menos una semana y tienes que ir bien preparado. En el caso de los trenes de lujo, como imaginarás, no necesitarás absolutamente nada.
Por último, un dato curioso que te sorprenderá cuando estés allí. Aunque el Transiberiano atraviesa 8 zonas horarias, en los vagones encontrarás la hora local y la de Moscú. De hecho, muchas veces, aunque no estés en la capital rusa, se utilizará su hora como referencia.
Ahora te toca a ti vivir la aventura y disfrutar de la majestuosidad de ciudades como la ya mencionada Moscú, del Lago Baikal y de la estepa siberiana, que te dejará sin aliento en todo momento.