FLORES
Los pueblos bonitos y florales de Francia no sólo están en La Provenza.
Francia es un país muy floral, con zonas especialmente famosas por sus campos de flores en primavera; una de esas zonas, probablemente más famosa y popular, es La Provenza (Provenza-Alpes-Costa Azul) pero lo cierto es que no es la única y por eso, aunque empezamos nuestro recorrido por 10 pueblos florales y bonitos de Francia precisamente ahí, en La Provenza, vamos a recorrer también otras regiones galas que cuyos campos lucen preciosos en primavera.
Empezamos por Grasse porque no es la capital mundial del perfume por casualidad sino porque fue ahí donde los perfumistas encontraron la mejor materia prima para desarrollar sus creaciones olfativas, dicho de otro modo, los campos que rodean Grasse y sus flores tienen la culpa de esta localidad francesa sea la capital mundial del perfume ¿qué flores? Rosas, jazmines, violetas…
Grasse tuvo un gran desarrollo de la Edad Media en adelante, un desarrollo que no empezó en las flores y la perfumería sino en la piel y la curtiduría; fue a partir del S.XVIII cuando esta industria fue perdiendo importancia en Grasse y ya en el S.XIX fue sustituida por la perfumería gracias a los campos que florecen en los alrededores del pueblo.
Es un pueblo de La Provenza con mucho encanto que nos muestra su cara más bella en verano, cuando la lavanda florece en sus campos y podemos disfrutarla no solo con la vista sino con el olfato, todo Gordes huele a lavanda.
Hay quien dice que Gordes es el pueblo más bonito de toda La Provenza, que ya es decir… aunque lo cierto es que al estar ubicado en alto y construido de forma escalonada, desde le propio pueblo se disfruta de unas vistas de escándalo de los campos que lo rodean.
Cabe que este pueblo te resulte familiar porque es famoso por sus casas pintadas en tono ocre pero lo cierto que es su fama está también ligada a las colinas que lo rodean y que se pintan de colores en la temporada cálida gracias a los campos de girasoles y lavanda que salpican esas colinas.
Dicen que Roussillon es el pueblo de los 1000 colores por la diversidad de tonos de la piedra de la zona (de todos más rojizos a otros más ocres), una variedad colorística que resulta especialmente impresionante en verano cuando luce matiza por el sol y por los girasoles.
Seguimos en La Provenza porque no podemos marcharnos a otra región floral sin visitar Valensole, otro de los pueblos franceses famosos por sus campos de lavanda, recuerda que esta flor es de floración tardía, es entre junio y agosto cuando tiene de color púrpura los campos.
Valensole es mucho más que un pueblo, es toda una meseta de 800 kilómetros cuadrados que en verano florece en lavanda (imagínate la estampa, imagínate el aroma…).
Decíamos que no solo La Provenza florecen en primavera y así es, un buen ejemplo es Giverny, el pueblo e la región de Normandía que Monet hizo célebre porque allí está su casa y su jardín; es precisamente su jardín el que florece en primavera y verano y se convierte en una visita imperdible e inolvidable, es como colarte en un cuadro de Monet (o en la cabeza de Monet justo antes de pintar el cuadro).
La región de Alsacia también florece escándalo y lo hace en un pueblo famoso por sus canales y sus casitas pintadas en colores pastel; Colmar es especialmente recomendable en primavera y verano porque todo el pueblo florece gracias a todas las flores que decoran entonces sus calles, sus plazas y las fachadas de sus casas.
Colmar es uno de los pueblos con canales cuya fama descansa siempre a la sombra de la de Venecia pero tanto si visitas este pueblo las fechas previas a la Navidad como si lo haces en verano, especialmente si lo haces en verano, descubrirás que su belleza es realmente deslumbrante.
Nos vamos a la Borgoña y lo hacemos visitando un pueblo famoso por su arquitectura, Vézelay; la arquitectura de este pueblo, que tiene su presentación más espectacular en su basílica y en todo su casco histórico, puede disfrutarse todo el año pero en verano es especialmente espectacular porque, como sucede en Colmar, el pueblo entero se decora con flores.
Si eres un amante de las rutas de peregrinos te encantará saber que este pueblo francés no solo forma parte de las rutas que llevan a Santiago de Compostela sino que además fue en sí mismo lugar de peregrinación al guardar las reliquias de Santa María Magdalena.
Volvemos a los campos de flores y lo hacemos en Occitania porque allí está Carcassonne, una localidad famosa por su belleza y también por los campos de girasoles que enamoran a todo el que los recorre en verano porque representan unos paisajes realmente espectaculares.
Carcassonne es una ciudad medieval que parece haberse quedado detenida en el medievo por su arquitectura, para entrar en ella tendrás que hacerlo cruzando un puente levadizo.
Este pueblo de la Isla de Francia es particularmente famoso por sus campos de tulipanes, recordándonos que no sólo los Países Bajos saben cultivas estas flores (aunque son los que más y mejor lo hacen, todo hay que decirlo); lo cierto es que los alrededores de Vétheuil se tiñen de colores preciosos, de los colores preciosos de los tulipanes.
Una curiosidad: como Giverny, esta localidad está también íntimamente ligada a Monet porque lo pintó y pintó también su jardín en Vétheuil.
[[H2:Île de Bréhat]]
Cerramos nuestra lista en la región de Bretaña porque es aquí, concretamente en Île de Bréhat, donde los campos de flores silvestres son de fama mundial, estos campos deslumbran gracias a sus hortensias, rosas y gencianas entre otras variedades florales.
Esta isla es muy pequeña, apenas tiene un kilómetro y medio de ancho y tres y medio de largo pero su belleza es superlativa y no es popularmente conocida como la isla de las flores por casualidad sino precisamente por eso, por sus flores.