FRANCIA
Es el momento de conocer la historia de la Abadía de Cluny, uno de los edificios religiosos más sorprendentes que podemos encontrar en Europa.
La Abadía de Cluny es una de las más espectaculares que podemos encontrar, sin lugar a dudas, en Europa. Está situada en la localidad de Cluny, en la región de Borgoña (Francia) y fue fundada por Guillermo I de Aquitania. En ese mismo lugar decidió instalar al abad Bernón de Baume, poniendo la abadía bajo la autoridad del Papa Sergio III.
La Orden benedictina fue fundamental en la estabilidad de de Europa en el siglo XI y Cluny se convirtió en uno de los monasterios más reconocidos de Occidente, pero también en la institución monástica más preparada del continente. La influencia de Cluny duró desde la segunda mitad del siglo X hasta principios del siglo XII.
Un año clave en la historia de la Abadía de Cluny es el año 1790. En ese momento, la edificación fue saqueada y destruida por un grupo de revolucionarios. Actualmente, tan solo queda una pequeña parte de esa arquitectura original. En 2007, la Abadía fue considerada Patrimonio Europeo. En la actualidad, y desde finales del siglo XIX, allí se encuentran las instalaciones de una escuela de ingeniería.
La Abadía de Cluny, a través de sus fases de construcción
Debido a que la comunidad de Cluny iba creciendo a una velocidad vertiginosa, la Abadía necesitaba contar con edificios más grandes. Por lo tanto, se llevaron a cabo una serie de ampliaciones en distintas fases que, de una manera u otra, han quedado perfectamente diferenciadas.
La primera de ellas nos hace viajar al año 910, teniendo como figura clave al abad Bernón, siendo el primero de Cluny. Esta construcción terminó años más tarde, concretamente en 927, bajo las órdenes de Odón. No fue hasta los años 954 y 994, coincidiendo con el abad Mayolo de Cluny, cuando se manda a construir la nueva fase.
Su objetivo era reemplazar, de manera directa, el edificio que existía ya que se consideraba que era muy pequeño. El año 981 es clave, ya que es el momento en el que se consagra la iglesia abacial. Esta segunda fase de la construcción de la Abadía de Cluny queda marcada por el atrio y los absidiolos en la parte oeste y la nave, entre otros elementos.
La tercera fase de la construcción de la Abadía de Cluny llega en 1080, cuando Hugo de Semur era el abad. Debido a que la Orden se expandía con gran velocidad y el número de monjes crecía por momentos, la iglesia abacial que edificó Maïeul quedaba algo obsoleta.
De esta manera, tan solo 8 años, se decidió colocar esa primera piedra. El 1095 fue clave, ya que el Papa Urbano II se encargó de consagrar no solamente dos piedras del altar de esta nueva iglesia, sino también tres capillas situadas nada más y nada menos que en el centro del patio.
No fue hasta 1130 cuando se terminó (y se inauguró) la nave. A la par, comienzan las construcciones de las torres, el nártex y el transepto de la parte norte de la edificación. En la segunda mitad del siglo XII quedó destruido, por lo que en el siglo XIII se retomaron las construcciones.
El gran nártex se terminó en 1220, coincidiendo que Rolland I de Hainaut era el abad. Desde ese preciso instante, y durante un total de tres siglos, esta Abadía de Cluny se convirtió en nada más y nada menos que el mayor edificio religioso de todo Occidente, con 187 metros de longitud. Solamente fue superado, en el año 1506, por la Basílica de San Pedro situada en Roma.
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