EUROPA
A punto de inaugurar los mercados navideños, Flandes se convierte en un destino de otoño excepcional pero ¿sabes cuáles son sus pueblos y ciudades de visita obligada?
Lo primero que tienes que saber de Flandes es que se trata de una región pequeña, tan pequeña que moverte de una ciudad a otra, ya en coche o en transporte público, es fácil; dicho de otro modo, no es ninguna locura pensar que que puedas visitar las seis ciudades más importantes de Flandes en un viaje; ahora bien, si lo que buscas es un destino bello para una escapada de fin de semana tendrás que elegir… en ese caso sólo puede quedar una ¿con cuál te quedas? Las seis son ciudades artísticas e históricas y en las seis podrás disfrutar de su sabrosa gastronomía local maridada siempre por las famosas cervezas artesanas belgas.
Cabe empezar por Bruselas, aunque sólo sea porque no se trata de una ciudad belga más, es la capital de Europa y está en Flandes; es una ciudad histórica y burocrática pero también es la ciudad belga en la que más rápido se muestran las tendencias del momento, tendencias entre las que siempre se imponen el chocolate y los cómics… además del Maneken Pis, claro. ¿Visitas obligadas? La Plaza Mayor presidida por el Ayuntamiento gótico, las Galerías de San Huberto en las que podrás visitar a los mejores chocolateros de Bélgica (que ya es decir…), y el Parque del Cincuentenario, eso además de los más de 100 museos de la ciudad.
A apenas 65 kilómetros de Bruselas (poco más de media hora en tren) está Amberes, una ciudad portuaria tan ligada al comercio de diamantes como a la pintura, pues aquí nació Rubens; la Plaza Mayor y la Catedral son las primeras visitas de nuestra lista, eso además de pasear las calles adoquinadas y visitar los museos locales empezando por la Casa-Museo de Rubens y el Museo de Bellas Artes de la ciudad.
La tercera ciudad en discordia es una de las más bellas del mundo y una de las pocas ciudades con canales (que alguna más, además de Venecia, hay); a unos 100 kilómetros tanto de Amberes como de Bruselas y perfectamente comunicada por tren con ambas, Brujas es una ciudad histórica y preciosa, no en vano su casco histórico es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO; se trata de una ciudad para pasearla maravillándote ante su fachadas encaladas, sus calles adoquinadas, sus canales y las emblemáticas torres de la catedral.
Dicen que Gante es el secreto mejor guardado de Europa porque, si bien es cierto que su fama de ciudad industrial la precede, en los últimos años ha cambiado mucho, manteniendo su patrimonio como gran atractivo local: hay que visitar el Castillo de los Condes, las tres torres, los edificios medievales de la ciudad, recorrer sus calles de trazado sinuoso… eso además de disfrutar de su animada vida cultural y nocturna degustando sus bares y restaurantes.
Lovaina es una ciudad histórica y universitaria, rica en patrimonio arquitectónico y cultural, eso además de meca del conocimiento y la cerveza. ¿Visitas que no querrás perderte? La fábrica de cerveza Stella Arois porque tiene más de 600 años de historia; eso y el Gran Beaterio, el Ayuntamiento gótico, la iglesia barroca de San Miguel con su altar exterior y su museo, la biblioteca universitaria… Un dato curioso: Lovaina es una de las ciudades universitarias más antiguas de Europa.
Malinas es una ciudad pequeña pero también histórica y preciosa: hay que visitar la catedral e San Rumoldo, el palacio urbano borgoñón Hoy van Busleyden, recorrer sus callejuelas, visitar sus iglesias, pararse a observar las fachadas barrocas de sus edificios junto al rio Dijle… y también hay que acercarse al Memorial de Holocausto Kazerne Dossin. Además es una ciudad muy apropiada para visitar con niños porque cuenta con un centro interactivo de tecnología y ciencia (Technopolis), un parque de animales (Planckendael) y un Museo del Juguete.