La perla del desierto
La ciudad de Tombuctú, también conocida como “la ciudad de los 333 santos” o “la perla del desierto”, se encuentra situada en Malí. Tuvo su gran época de esplendor en la que recibía miles de turistas, pero, debido a los ataques yihadistas, ha pasado a un segundo plano y el turismo prácticamente ha desaparecido. Sin embargo, no hay que olvidarla ni dejar de descubrir todos sus secretos y su valor.
Aunque quizás ahora no te suene, Tombuctú ya era conocida incluso en tiempos de Heródoto, quien mencionó en alguno de sus escritos este lugar. Al estar situado en un punto estratégico, era mucho el comercio que allí se movía, con grandes mercados y mercancías exóticas del norte y sur de África. Esta importancia comercial la sigue teniendo en la actualidad, ya que sigue siendo un enclave histórico de la ruta comercial transahariana.
Además, también tenía mucho peso cultural en la época, ya que muchas de las bibliotecas y archivos más importantes del momento se encontraban allí. Fue un centro muy importante para el islam, sobre todo durante los siglos XIII y XVI, cuando la universidad de este lugar tenía un gran peso en toda la región.
Desde 1988, muchas de sus construcciones forman parte del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO: dieciséis mausoleos dedicados a los santos musulmanes y tres tumbas que pertenecen a sus grandes mezquitas. Estas son Djingareyber, Sankore y Sidi Yahia, lugares de culto durante los siglos XIV y XV.
Sin embargo, en la actualidad esta ciudad se ve amenazada por diferentes causas. Una de ellas es natural y es que, al encontrase en la orilla del Sáhara, la arena del desierto está invadiendo cada vez más sus calles. Muchos científicos creen que en el año 2100 puede llegar a desaparecer y todo quedará bajo la arena del desierto. Además, también se ve amenazada por diversos conflictos armados y terroristas. De hecho, en el año 2012 se añadió a la lista de Patrimonio de la Humanidad en Peligro.
La mayor parte de la ciudad se compone ahora de mercados y espacios públicos, y además se encuentra rodeada por una muralla de 5km, otro de sus grandes atractivos. Uno de estos espacios es la Biblioteca Andalusí, donde se encuentran más de 2.000 manuscritos de los siglos XV y XVI. Por todo ello, esta ciudad intenta volver a recobrar el turismo que ha ido perdiendo con el paso del tiempo y así volver a ser considerada como una de las perlas del Sáhara.