MÉXICO
Viajamos hasta México, concretamente a la isla de San Juan de Ulúa, para conocer la historia que hay detrás de su imponente fortaleza.
Es el momento más que perfecto para poner rumbo hasta México, concretamente hasta una pequeña isla llamada San Juan de Ulúa, en el estado de Veracruz. En ese mismo punto encontramos una de las construcciones más sorprendentes de todo el país. Estamos hablando, cómo no, de la Fortaleza de San Juan de Ulúa.
La Fortaleza de San Juan de Ulúa, a través de su historia
Tras la conquista de México por parte de los españoles, hacia el año 1535 se tomó la decisión de construir nada más y nada menos que una fortaleza en este estratégico lugar. Las obras duraron, aproximadamente, 172 años. El paso del tiempo hizo que la de San Juan de Ulúa se convirtiera en una de las fortalezas más imponentes de aquel momento.
De hecho, fue el lugar escogido para albergar a hombres cuyo objetivo no era otro que reconquistar México tras consumarse la Independencia. Por este mismo motivo, en 1847, fue ocupada por el ejército norteamericano durante la invasión de este territorio. Recordemos que estamos ante un punto verdaderamente estratégico.
Es importante tener en cuenta que San Juan de Ulúa, en el año 1915, fue sede del poder ejecutivo federal en el instante en el que el puerto fue ocupado. Éste, más tarde, fue liberado bajo la dirección de Venustiano Carranza, que utilizó este edificio como sede de gobierno durante varios días.
En la actualidad, esta imponente construcción está a manos del INAH. Desde el año 1962 han realizado diversos proyectos con el fin de conservar y restaurar esta Fortaleza. Un lugar a destacar en la historia del estado de Veracruz pero, también, de todo México. ¡Una visita más que obligada!
¿Qué historia hay detrás del nombre de “San Juan de Ulúa”?
Para comenzar, debemos saber que esta construcción, a lo largo de la historia, ha sido testigo de un gran número de acontecimientos que han marcado un antes y un después en Veracruz. A mediados del año 1518 llegaron a la isla varios españoles desde la península de Yucatán, que seguían las órdenes de don Juan de Grijalva.
Pisaron ese lugar el mismo día de San Juan, el Santo del capitán. Por ese mismo motivo, y de manera prácticamente inmediata, la isla recibió ese nombre. La palabra que acompaña a “San Juan” en el nombre de este lugar también fue otorgada por los españoles. Y es que éstos se encontraron un gran número de cuerpos de personas que habían sido sacrificadas.
Al preguntar a los nativos quién había hecho semejante cosa, ellos aseguraron que habían sido nada más y nada menos que “gentes culhuas”. Es decir, se refería a la etnia a la que pertenecían: los “culhua-mexicas”. Los españoles no entendían el vocablo, así que se quedaron con “Ulúa”. De ahí que, desde entonces y hasta la actualidad, la isla sea conocida como “San Juan de Ulúa”.