SICILIA
Ponemos rumbo a Palermo, en Italia, para conocer una de sus edificaciones más sorprendentes y espectaculares.
Es el momento más que perfecto para poner rumbo a Palermo, en Italia. Allí encontramos un gran número de construcciones y monumentos que no dejan absolutamente indiferente a nadie. Un claro ejemplo es el Palacio de los Normandos, también conocido como Palacio Real.
Estamos ante una edificación que no solamente fue sede de los Reyes de Sicilia, sino también del Parlamento siciliano. No todo queda ahí, ya que también fue residencia privada de los que gobernaban en el Reino de Sicilia, y sede imperial tanto de Conrado IV como de Federico II.
Para conocer su origen, debemos tener en cuenta que su construcción se llevó a cabo a partir de 1132, sobre los cimientos del alcázar Aglabí. En el interior, encontramos un gran número de elementos verdaderamente sorprendentes y espectaculares. Un claro ejemplo es la Cappella Palatina. Este Palacio fue catalogado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Es importante destacar que linda con un lugar privilegiado de la ciudad, como es la Via Vittorio Emanuele, a pocos metros de la Catedral de Palermo. Cada vez son más las personas que se acercan hasta esta edificación para poder recorrerla y visitarla pero, sobre todo, para fascinarse con su belleza.
Es una de las cuestiones más llamativas de esta construcción. Y siendo honestos, no es para menos. Fue construida bajo petición de Rogelio II en el siglo XII utilizando como cimientos la iglesia de Santa Maria delle Grazie, que aún se puede encontrar bajo la Cappella Palatina. Se ubica en la primera planta del Palazzo. Está cubierta por impresionantes y sorprendentes mosaicos dorados, acompañados por pavimentos de mármol.
De entre ellos, destaca un imponente Cristo Pantocrátor. No podemos dejar de mencionar el techo de la Capella Palatina, formado por lo que se conoce como muqarnas. Se trata de algo poco habitual en un templo cristiano. Sea como sea, esta Capella es una de las construcciones dentro de este Palacio de los Normando que más sorprenderá a todo aquel que lo visite.
Debemos tener en cuenta que estamos ante una de las ciudades italianas con más encanto. Cada vez son más los turistas que se animan a visitarla, y se quedan verdaderamente impactados con la belleza que pueden encontrar entre sus calles. Porque más allá del Palacio de Los Normandos y de su Capella Palatina, hay otras tantas edificaciones que merecen mucho la pena.
Un claro ejemplo lo encontramos en la Catedral de Palermo, pero también en el Mercado de Ballarò, el Quattro Canti o, incluso, la Piazza Pretoria, donde encontrarás la conocida como “Fuente de la Vergüenza”. Si estás pensando en organizar un viaje a Palermo, estamos convencidos de que merecerá mucho la pena.