EL 30 DE JUNIO
Suecia se está configurando como uno de los países más activos del año en cuanto a aperturas de museos. Si hace unas semanas abría sus puertas en Estocolmo, coincidiendo con la celebración en la capital sueca del Festival de Eurovisión, del Museo ABBA, ahora es el turno de otro de los emblemas del país escandinavo que ha dado la vuelta al mundo: Ikea. Y es que el gigante de los muebles estrena museo este mes.
Los fans de la marca y el interiorismo de diseño escandinavo están de enhorabuena, pues ahora tienen la oportunidad de viajar en el tiempo a los comienzos de la marca. Concretamente, al año 1958, que fue cuando abrió la primera de las tiendas en Älmhult, una pequeña localidad del sur de Suecia famosa, precisamente, por ser el lugar donde nació la firma. Con apenas 9.000 habitantes, va a ser todo un acontecimiento.
La fecha prevista para que abra sus puertas el museo Ikea es el 30 de junio y lo hará en el mismo edificio en el que se encontraba esa primera tienda, que ya no se usa como tal al trasladarse a otra ubicación hace ya cuatro años, que es el tiempo que ha sido necesario para transformar el espacio en una gran sala de exposiciones donde poder ver, a lo largo de 3.500 metros cuadrados, la evolución de la marca en estos casi 60 años de vida.
"Durante todos estos años, miles de personas han dado la bienvenida a Ikea en sus hogares. Ahora es el turno de ser nosotros los que lo hagamos invitándolos al nuestro. Será el mejor modo de compartir todo lo que la firma es hoy y lo que queremos que sea en el futuro", explican desde la marca. Para ello, han dividido el espacio en tres grandes áreas: Nuestras raíces, Nuestra historia y Tus historias, que serán renovados dos veces al año.
El primero es sobre el nacimiento de la marca. Para ello, nos enseñan cómo era la vida en Småland, la región de Älmhult; en las granjas de la zona, que veían la transformación de Suecia hacia un entorno más urbano. La segunda de las áreas es la que se centra en estos 70 años de muebles, diseños, ideas, éxitos... Resulta especialmente llamativa porque se puede comprobar cómo en algunas cosas se mantienen bastante fieles a los orígenes incluso en las colecciones de hoy en día. Por último, la tercera de las áreas está dedicada a los clientes, a los que se les ha pedido que compartan su modo de usar la famosa librería Billy o el sofá Klippan, entre otros éxitos del catálogo.
Lo que hará las delicias de los fans es que el museo tiene una tienda en la que se puede encontrar un sinfín de productos que, sorpresa, no van a estar a la venta en ninguna de las tiendas de la marca, solo allí (y con precios típicos de Ikea, apuntan desde el museo). "No solo productos conmemorativos del museo, también piezas únicas, o las tradicionales en otros colores", explican.
Se pueden reservar visitas guiadas de 45 minutos en sueco, inglés y alemán. Y no falta un restaurante con sus albóndigas, claro.
Más información:
IKEA Museum