RELIGIÓN, AVENTURA Y RELAX: UN POQUITO DE TODO PARA DISFRUTAR DE LAS FIESTAS MÁS ENTRAÑABLES
La Navidad es muy especial en Jordania. Un país marcado por la historia y la tradición religiosa, donde como no puede ser de otra manera, estos días se viven con mucha intensidad. Las celebraciones están protagonizadas por hechos narrados en la Biblia, de ahí que Jordania sea un destino ideal para los interesadas por la historia y la cultura religiosa.
Pero no solo por la historia, porque Jordania tiene mucho que ofrecer en cuanto a cultura y belleza, aventura o bienestar, motivos más que suficientes para decidir viajar hasta allí en estas fechas tan entrañables. Pero para que vayas decidiendo destinos y eventos importantes, aquí tienes una pequeña lista de lo que no te puedes perder en la joya de Oriente Medio.
Amán: la capital
En la ciudad de Amán además de, visitar la Ciudadela, el Templo de Hércules, el Palacio Omeya, el Teatro Romano o el fabuloso Museo Arqueológico, en Navidad podrás perderte por los populares mercados navideños. La ciudad se engalana con luces y adornos navideños, las plazas se llenan de árboles de navidad y pasear por sus calles se convierte en algo más mágico si cabe. Pero, te recomendamos que te acerques también a Fuheis, a 15 kilómetros de Amán, donde la Navidad la Navidad adquiere un significado especial ya que allí es donde está la mayor comunidad cristiana de Jordania.
Betania
Este es uno de esos lugares asombrosos que hay que visitar al menos una vez en la vida. Y es que es aquí donde se estableció Juan Bautista y donde se cree que Jesús fue bautizado. Una parada obligatoria si visitas la zona. Vivir una fecha tan señalada en un lugar tan importante es una experiencia realmente única. Situado a tan solo nueve kilómetros al norte del Mar Muerto y a orillas del río Jordán, podrás además visitar restos romanos y bizantinos en la zona de Betania. Un paseo por la historia.
El Monte Nebo y Mádaba
A 30 kilómetros de Amán se encuentra la ciudad de Mádaba, famosa por los mosaicos en los que se pueden ver pueblos, colinas, valles y ciudades de la zona. Y junto a Mádaba otro de los puntos bíblicos clave de Jordania: el Monte Nebo, lugar donde se cree que descansa el profeta. En la cima se encuentra el monumento de Brazen Serpent, la cruz de Jesucristo con la serpiente de bronce creada por Moisés en el desierto, y la Iglesia de Syagha. En ella, cada Navidad se celebra una misa tanto en inglés como en árabe. Vivir una ceremonia religiosa en un lugar tan sagrado el día de Navidad es una experiencia abrumadora y difícil de olvidar. Realmente mágico.
Mar Muerto
A más de 400 metros por debajo del nivel del mar se encuentra el Mar Muerto, el punto más bajo sobre la faz de la tierra. Y también una experiencia única. Sus aguas contienen diez veces más sal que el resto de los mares, haciendo de este lugar un escenario natural único en el mundo. Los poderes curativos de sus aguas y de su lodo negro son mundialmente conocidos y muchos acuden al Mar Muerto para tratar sus problemas circulatorios o de piel como la dermatitis, la psoriasis o la artritis.
Flotar en sus aguas, sentirte como el rey Herodes o Cleopatra y pasar unos días de relax en alguno de los hoteles que rodean al Mar Muerto es una forma estupenda de disfrutar de unas navidades diferentes.
El desierto de Wadi Rum
Si buscas algo de aventura, no puedes dejar de ir al desierto de Wadi Rum. Sus paisajes de rocas monolíticas son el lugar ideal para practicar la escalada y sus extensos y rojizos terrenos son perfectos para los amantes del senderismo o el trekking. Caminatas para conocer sus cañones y sus tesoros escondidos. Alquilar un vehículo con un guía o recorrer los puntos más populares en camello, son otras de las opciones. Y ya que estas allí, es muy recomendable el Valle de la Luna, para observar las estrellas, y dormir en el desierto en un auténtico campamento beduino disfrutando de comida tradicional y escuchando música árabe. El plan perfecto para unas navidades memorables.
Petra a la luz de las velas
La joya de Jordania es una de las visitas obligadas. La imponente fachada de Al Khazneh es una experiencia inexplicable. Si además tienes la posibilidad de asistir a Petra by Night, la emoción se multiplica. Sentados sobre alfombras y saboreando un rico té jordano, tras la explicación de un guía local acerca de la historia de Petra, disfrutarás bajo el silencio de la noche, de la ciudad rocosa y podrás explorar la ciudad antigua, una de las joyas arquitectónicas de la Antigüedad iluminada por cientos de velas. No te lo puedes perder.
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