ESQUIAR
St. Moritz no es un destino de nieve cualquiera, es la cuna de las clásicas vacaciones alpinas que se pusieron de moda allá por el S.XIX.
Lo primero que tienes que saber de St. Moritz es que, aunque ahora relacionemos este destino con las vacaciones de nieve y esquí, originalmente no era este el primer atractivo de este lugar sino sus aguas medicinales; St. Mortiz era pues un destino de verano, un balneario de verano; después, al celebrarse allí hasta dos ediciones de Juegos Olímpicos, se convirtió en lo que es todavía a día de hoy: un destino de invierno y nieve de primer nivel.
¿Qué puedes esperar de St. Moritz si lo eliges como destino de invierno y nieve? Eso es lo que vamos a contarte a continuación.
St. Mortiz está en la Alta Engadina y a 1856 metros de altura y ha sido siempre un lugar pionero: en 1878 tuvo la primera iluminación eléctrica, en 1889 fue sede del primer torneo de golf alpino y en 1935 inauguró uno de los primeros telesillas de Suiza; es un lugar famoso por sus pistas de esquí, por sus balnearios y también por su gastronomía; además atesora lugares imperdibles como su torre inclinada, los restos De la Iglesia de San Maricio y el Museo Segantini entre otros lugares.
El glamuroso invierno en St. Moritz nació por una ocurrencia de un hotelero, Johannes Badrutt, una ocurrencia que consistió en hacer una apuesta con un grupo de veraneantes ingleses: les prometió un suave sol en la Engadina en pleno invierno, algo que él sabía que se podía dar porque el número de días de sol al año en St Moritz es superior al promedio en lugares a la misma altitud; el caso es que ganó la apuesta y desde entonces el habitual turismo de verano y balnearios que se disfrutaba en St. Moritz comenzó a conquistar también el invierno.
Hoy en día los amantes de los deportes de invierno tienen en St Moritz 350 kilómetros de pistas a sus pies, todas ellas con una moderna infraestructura: aquí está la pendiente de salida más inclinada de Suiza (la pared Pizzeras Nair), también una de las pistas de hielo natural más viejas del mundo y una red de caminos de 150 kilómetros; eso además de una red de loipes de unos 200 kilómetros la Engadina; tanto si eres un amante del esquí como si lo tuyo es el snowboard, el curling o cualquier otro deporte de invierno en St. Mortiz te lo pasarás en grande…
A esto hay que añadir la opción de disfrutar del turismo wellness y es que aquí además de hoteles de lujo hay un buen número de balnearios y spas que se han multiplicado gracias a las aguas medicinales de la zona.