ROADTRIP

De Madrid a Oporto pasando por Lisboa y otros lugares portugueses

Nuestra península tiene mucho más de un roadtrip, muchos más, y algunos de ellos pasan por Portugal.

Puente 25 de Abril, LisboaImagen de Áine Díaz

Madrid, como reza su himno, está en el centro de la península: ¿que te vas a La Coruña? Son 600; ¿que te vas a Cádiz? Son más de 600; ¿qué te vas a Barcelona? Son 600; ¿qué te vas a Sevilla? Son casi 600; ¿qué te vas a Lisboa? Son 600; por supuesto ese ‘son 600’ son kilómetros y es una aproximación para señalar la centralidad de Madrid, una centralidad que la convierte en punto de partida ideal para cualquier roadtrip por la península, es más, lo difícil de planificar un roadtrip desde Madrid es reducir las paradas porque si quieres visitar cada lugar que merece la pena por el que pasas no llegarás a tu destino en el tiempo establecido.

El roadtrip que te proponemos hoy es un buen ejemplo, se trata de un roadtrip híbrido que renuncia a paradas interesantes (te las señalaremos por si tú no quieres perdértelas) y que aparca el coche para cambiarlo por el transporte público particularmente en Lisboa para aprovechar más y mejor el tiempo.

Lisboa | Imagen de Áine Díaz

Día 1: Madrid - Lisboa

De Madrid a Lisboa se llega en una mañana si madrugas y paras lo justo para estirar las piernas, tomarte un café y llenar el depósito, ahora bien, si lo haces así pasarás de largo cerca de lugares tan bellos como Mérida o Trujillo en España y Arraiolos, Évora, Elbas o Estremoz ya en Portugal y antes de llegar a Lisboa cruzando el puente del 25 de abril para subir después al mirador de Amoreiras y disfrutar de tu primera panorámica lisboeta.

Por la tarde, además de instalarte en tu cuartel lisboeta (lo que viene siendo hacer el check-in en el hotel), puedes disfrutar de un bonito paseo portugués y repasar tu planificación viajera y, por supuesto, hacerte con tu Lisboa Card, la tarjeta con la que podrás moverte por la ciudad y acceder a sus monumentos más emblemáticos. ¿Qué nos depara el segundo día de viaje? Una visita a Sintra.

Palacio da Pena, Sintra | Imagen de Áine Díaz

Día 2: Lisboa - Sintra

Para visitar Sintra necesitas un día entero, de lo contrario no te dará tiempo a gozarlo todo: nuestra recomendación es que dejes el coche en el parking del hotel y vayas a Sintra en tren ¿por qué? Por comodidad y para evitar la preocupación de dónde dejar el coche y es que no puedes llegar a la zona del Palacio da Pena al volante, es más, puedes comprar online tanto los billetes de tren como las entradas al Palacio da Pena y salir de Madrid ya con todo perfectamente organizado.

Si reservas tu visita sobre las 11 de la mañana no tendrás que madrugar excesivamente y llegarás a Sintra con tiempo de dedicar la mañana al Palacio da Pena y las preciosas zonas verdes que lo rodean, el mediodía a degustar un buen plato de bacalao y la tarde a pasear a placer la Quinta da Regaleira descubriendo la famosa torre invertida de Sintra entre otros lugares de una belleza más que notable.

Monasterio de los Jerónimos, Lisboa | Imagen de Áine Díaz

Día 3: Lisboa - Cascais

Si visitas Lisboa en verano nada evitará que te toque soportar alguna que otra cola, ahora bien, si planificas tu viajes y compras las entradas previamente podrás conseguir que esas colas no sean excesivamente largas; sabido esto, hay dos lugares en los que, créenos, merecerá la pena hacer cola: en la Torre de Belem, icono de la ciudad, y el magnífico Monasterio de los Jerónimos. Ese día podrás aprovechar también para degustar los famosos pasteles de Belem en el lugar más antiguo en el que se preparan.

Y una vez hayas visitado este par de monumentos imperdibles de Lisboa, puedes seguir pateando la ciudad, por supuesto… o puedes optar por subirte al tren y terminar el día con un chapuzón en la playa de Cascais, tomándote un helado en alguna de sus bonitas terrazas y por supuesto también paseando esta preciosa localidad portuguesa.

Cristo. Lisboa | Imagen de Áine Díaz

Día 4: Lisboa

Nuestro cuarto día de viaje viene con sorpresa porque vamos a recomendarte alguna visita que no es de las más populares de Lisboa y que, en cambio, nos parece imperdible ¿has estado alguna vez dentro de un submarino? (dentro de uno de verdad…), pues en Lisboa podrás vivir esa experiencia ¿cómo? Cruzando el Tajo en el Trastejo, un traslado en ferry que dura apenas unos minutos y que te dejará justo en el lugar donde están esperando tu visita no sólo el submarino sino también una fragata portuguesa.

Una vez te hayas sentido como un antiguo marinero portugués y hayas salido casi corriendo del submarino pensando cómo es posible vivir ahí y bajo el mar durante días, prepárate a caminar un rato para recorrer el trecho que te separa del Corcovado portugués; seguro que has visto una y mil veces la imagen del Cristo de Río de Janeiro pero, salvando las distancias, Lisboa también tiene el suyo, podrás subir a su terraza, ver la ciudad desde el otro lado (si algo no le falta a Lisboa son miradores) y regresar a la otra ribera del río.

Con eso se te va la mañana ¿a qué dedicamos la tarde? Nuestra propuesta es que te acerques a uno de los barrios más modernos de Lisboa y disfrutes de la visita a su Oceanario que es de los más grandes de Europa y en el que, si estás soportando un día de tórrido calor lisboeta, agradecerás el aire acondicionado…

Librería DVagar. Lisboa | Imagen de Áine Díaz

Día 5: Lisboa

El quinto y último día en Lisboa en nuestro particular roadtrip tiene que ser, por fuerza, inolvidable y por eso lo empezamos en el Pilar 7 del puente del 25 de abril pero lo hacemos con una advertencia: puedes llegar allí y que el ascensor esté fuera de servicio ¿significa eso que no podrás subir? No, significa que tendrás que subir más de 25 pisos por la escalera (y bajarlos después). Superada la exigente visita al Pilar 7, podrás acercarte al centro comercial más bohemio de la ciudad (LXFactory) aunque solo sea para visitar la librería Ler Devagar, no tan famosa como la librería Lello de Oporto, de diseño más industrial pero igualmente preciosa y un modo estupendo de acercarte no solo a los libros sino a la historia de la industria librera.

No se nos ocurre mejor manera de pasar la última tarde en Lisboa que subir al Castillo de San Jorge, visitarlo a placer, tomarnos un helado en sus terrazas, disfrutar de las vistas… ¿y para despedirnos de la ciudad? Un viaje en el ascensor-tranvía que nos deja en el Barrio Alto, un barrio histórico a la par que bohemio, perfecto para gozar de una cena portuguesa.

Aveiro. Portugal | Imagen de Áine Díaz

Día 6: Lisboa - Coimbra - Aveiro - Oporto

Llega el momento de ponernos de nuevo al volante para poner rumbo a Oporto pero vamos a alargar un poco los apenas 300 kilómetros que separan ambas ciudades, las dos más importantes de Portugal ¿por qué? Porque hay dos localidades (en realidad más… pero había que elegir) que no querrás perderte: la ciudad universitaria portuguesa por excelencia, Coimbra, y la Venecia portuguesa, Aveiro.

En Coimbra prepárate para subir y subir y volver a bajar por sus callejuelas para llegar a la histórica zona universitaria, hazlo sabiendo que después, ya en Aveiro, el paseo será más llano y que incluso podrás subirte a una góndola como si estuvieses en Venecia porque Aveiro es pueblo de canales y barcos.

Puedes demorarte en Coimbra y en Aveiro, basta con que llegues a Oporto con tiempo de hacer el check-in en el hotel y disfrutar de un paseo nocturno por la ciudad que lo es, también, de los puentes.

Gaia. Oporto | Imagen de Áine Díaz

Día 7: Oporto

Tras haber paseado la Ribera por la noche, a tu llegada, seguro que al día siguiente querrás cruzar el famoso puente y llegar a Gaia, donde están las famosas bodegas del vino de Oporto; nuestra recomendación es que cruces el puente andando y contrates, en Vilanova de Gaia, tu crucero por el Duero para ver y conocer la historia de los puentes que unen ambas riberas del río, además, para completar la experiencia, algunos de los cruceros ofrecen al final una copa de Oporto con visita a una bodega incluida.

Día 8: Oporto

El segundo día en Oporto exige un poco más de planificación aunque sólo sea porque, si quieres visitar la famosa librería Lello, tendrás que comprar tu entrada con antelación: como lo lees, para entrar en esta librería hay que comprar entrada con día y hora, aun así nadie te librará de esperar un poco de cola (no una cosa excesiva salvo que cometas el error de llegar con demasiada antelación) ¿merece la pena? ¡Y tanto que sí! Pero no tanto por la librería en sí, que es preciosa, sino por las ediciones propias que ofrece, libros en español, portugués, inglés, francés… con unas ediciones que hacen las delicias de los amantes de los libros, además si compras un libro te descuentan de su precio el coste de la entrada.

Librería Lello. Oporto | Imagen de Áine Díaz

Además de la librería Lello Oporto tiene otras visitas imperdibles, alguna muy cerca de la propia librería como la Torre de los Clérigos, que es la más alta de la ciudad, la que, junto a los puentes, domina todas sus panorámicas; también te recomendamos encarecidamente visitar el Mercado do Bolhao, es más, puedes aprovechar y hacer tu visita a mediodía para comer allí porque se trata de un precioso mercado inaugurado en el S.XIX.

Día 9: Oporto - vuelta a casa ¿o más roadtrip?

Tras 9 días de viaje cabe que ya te toque volver a casa o que te animes a subir un poco más visitando Braga, por ejemplo, y llegando a Galicia (Vigo está a solo hora y media de Oporto) para darte el placer de completar tu dieta gastronómica a base de bacalao con un buen plato de pulpo, por ejemplo; las Rías Baixas, con sus vinos y sus playas, pueden ser un perfecto fin de viaje si cuentas con unos días más antes de volver al centro, a casa, a Madrid…