Europa
Son de las ciudades más seductoras de Rusia, el país de los extremos, uno de los más grandes del mundo, un país entre Europa y Asia, dos universos paralelos que se complementan en este vasto territorio, donde confluyen Oriente y Occidente. Dos valiosos tesoros que encierran impresionantes monumentos que nos remiten a la grandiosidad de este país a lo largo de la historia. Dos ciudades que están viviendo su particular Edad de Oro. Hay un dicho sobre ellas que dice que los “nuevos ricos” rusos compran casa en Moscú y los “ricos con clase” vuelven a San Petersburgo. Desde que el príncipe Yuri Dolgoruki celebró un gran picnic en una boscosa colina, mucho ha nevado sobre Moscú. Una ciudad que ha tenido el privilegio de ser testigo de los más importantes acontecimientos del siglo XX. Centro político, administrativo, cultural, comercial, industrial y científico de Rusia, también es su ciudad más grande tanto por su extensión territorial como por su población. La ciudad con su centro neurálgico en torno al Kremlin combina la arquitectura medieval y moderna con un trazado en el que destacan largas y amplias calles, numerosas iglesias y una gran riqueza histórica, cultural y artística. Y si hablamos de ciudades/monumento, sin duda una de ellas es San Petersburgo. Alejandro I, Nicolás I, Catalina la Grande o Pedro el Grande son algunos de los nombres a los que debe parte de su gloria y esplendor. Todo en ella es monumental, no obstante cuenta con el mayor número de palacios del mundo. Considerada como la capital del Norte, centro marítimo y cultural de Rusia y la capital del legado zarista ruso. Pese a haber sido despojada de la capitalidad de la Rusia imperial en 1917, la ciudad sigue mostrando orgullosa sus palacios y parques, catedrales, canales, monumentos y museos, avenidas e islas.