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BOLIVIA

Naturaleza indómita en los géiseres a mayor altitud del mundo

Viajamos hasta una zona desértica de los Andes bolivianos, donde se encuentran los géiseres Sol de Mañana. A diario, esta zona emerge de un letargo y escupe vapor y agua hirviendo al cielo, mientras el suelo se llena de sedimentos minerales. Un espectáculo único.

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Los Andes presentan aun hoy una interesante actividad volcánica, especialmente en algunas zonas donde a diario se pueden encontrar pruebas de la fortaleza de las diferentes capas tectónicas y su actividad a cientos de kilómetros del suelo. La mayoría de los volcanes de la cordillera están dormidos, latentes, pero no extintos. Y algunos, incluso, bien despiertos.

Es lo que ocurre en Bolivia. Con un acceso muy complicado y en una localización bastante remota, allí se encuentran los géiseres ‘Sol de mañana’, muy cerca de la frontera con Chile y en plenas montañas. Su nombre no es casual. Y es que es a esa hora del día cuando más bello es el espectáculo natural que nos brindan. Al ser más abrupta la diferencia de temperatura entre el aire y el vapor, y con una iluminación rasante del sol, la visión es increíble.

Todo ello porque la hirviente roca licuada calienta todo el entorno, y las aguas subterráneas que fluyen por el subsuelo, al llegar a esta zona de intenso calor, se convierten en vapor, buscando una vía de escape. Es así como se producen los géiseres de vapor y agua hirviendo.

El Sol de mañana es el campo de géiseres más alto del mundo. Se encuentran a 4.820 metros sobre el nivel del mar, una marca que supera en 500 metros la altura de los de Tatio, que son los géiseres gemelos de los bolivianos, a unos kilómetros de distancia y dentro ya de territorio chileno.

El área volcánica de esta zona se ha aprovechado para una importante industria petro-química, en la que se usan sobre todo los minerales que se desprenden de los diferentes volcanes y géiseres. La región es tan activa que maravilla ver cómo los lagos de sedimentos están en continuo cambio, con diferentes colores según el mineral más representativo de sus aguas.

Si quieres viajar hasta allí, debes tener en cuenta que se trata de un área desértica de unos 2 kilómetros de extensión, al sur del país y en el departamento de Potosí. A los alrededores, es posible observar lava hirviendo intensamente, y los géiseres que emiten vapor caliente pueden alcanzar alturas de 10 e incluso 50 metros. Es decir, todo bastante peligroso como para poder ir por nuestra cuenta. Así, es necesario ir siempre con guías certificados y solicitar permisos de excursión. Eso sí, a cambio, podremos decir que hemos viajado en el tiempo al nacimiento del planeta Tierra.

Más información:
Turismo de Bolivia