Destinos de frío y nieve
¿Eres de los que disfrutan de un buen paisaje de invierno sin importar las bajas temperaturas que irremediablemente llegan con ello? Entonces apunta estos 8 países, porque vas a querer visitarlos.
El turismo invernal es cada vez más reclamado; entre otras cosas, porque cada vez estamos más preparados para soportar bajas temperaturas y porque los propios lugares también están cada vez más aclimatados. Pese a ello, seguimos quedando a expuestos, si nos ofrecemos a este tipo de turismo, a bajas temperaturas, en ciertos momentos extremas, que pueden ponernos a prueba... Y que no significan nada si deseamos fervientemente disfrutar de todo lo que estás traen. Es decir, paisajes de ensueño, pueblos de cuento, nieve y más nieve. Todo esto lo encontramos en los siguientes destinos.
Canadá
Se dice que Canadá es el tercer país más frío del mundo, aunque como estamos acostumbrados a pensar en él como un lugar acogedor es probable que esto lo hayamos pasado por alto. Pues sí: en Canadá vamos a pasar mucho, mucho, mucho frío, aunque siempre tenemos posibilidad de quedarnos en el sur del país y ahorrarnos el mal trago. Ahora bien: un paseo por sus bosques, con nieve a nuestro alrededor, con ese encanto de cuento que muy pocos lugares en el planeta poseen... ¿Quién puede decir que no?
Estados Unidos
Estados Unidos es tan amplio que tenemos la sensación de que deberíamos hablar de él estado por estado. No todos se ponen especialmente bonitos en invierno, qué duda cabe, pero algunos señalados nos ofrecerán paisajes y formas de vida que debemos disfrutar al menos una vez en la vida si estamos interesados en este tipo de experiencias. ¿Qué tal vivir las próximas vacaciones de Navidad en Nueva York? ¿Cómo os veis a vosotros mismos en Alaska?
Estonia
Retomamos el asunto del “encanto de cuento” para hablaros de un país ciertamente olvidado que ofrece, en invierno, unas postales de ensueño. Un ejemplo de esto lo encontramos en su capital, Tallin, por la que parece que no ha pasado el tiempo y donde querremos quedarnos a vivir muchos inviernos. Las temperaturas no son tan extremas, pero os podemos asegurar que hace frío.
Finlandia
Más concretamente, Laponia. Porque sí: Finlandia tiene muchos lugares interesantes que visitar, y es un país que puede gustarnos mucho, pero si lo que queremos es invierno entonces tenemos que irnos directamente a la región de Laponia, donde se encuentra el mismísimo pueblo de Santa Claus (para quien quiera además un poquito de espíritu navideño). Cubierta de nieve durante cuatro o cinco meses, viviremos la experiencia invernal al máximo.
Islandia
No podía faltar, de ninguna de las maneras. Cada vez son más las personas que se animan a visitar la (cada vez menos) recóndita Islandia, donde encontraremos todos los elementos que harán las delicias de los amantes del invierno. Un destino cada vez más popular, que por ello cada vez recibe con más comodidades a sus visitantes. La tierra del hielo es siempre una elección acertada para estos meses de invierno, y es tan fría que pasaremos algo de fresquito (por decirlo de alguna manera) incluso en verano.
Noruega
Como sucede con sus vecinos europeos, Noruega es un país que se enriquece con la llegada del invierno. Se cubre de nieve, sus lagos se congelan, el frío lo envuelve todo y también lo convierte todo en un poco más apetecible (a pesar de las bajas temperaturas, y experimentaremos unas cuantas increíblemente bajas). Empezando por Oslo, su capital, y subiendo al norte, viajar a Noruega en invierno es una gran experiencia.
Rusia
No sabemos cuándo será el mejor momento para visitar Rusia, por sus peculiares circunstancias, pero sí sabemos que en invierno, como podéis imaginar, se vuelve un país precioso porque casi en su totalidad se cubre de nieve. Ciudades como San Petersburgo, que tienen mucho que ofrecer en cualquier época del año, se ponen al servicio del invierno.
Suiza
Suiza es un paraíso para los amantes del esquí, porque cuenta con puertos impresionantes en los que disfrutar verdaderamente y con todas las comodidades, y también es un paraíso para los amantes de los pequeños pueblos que parecen estar aún por descubrir y que nos ofrecen de nuevo ese encanto de cuento que invita a la paz, la calma y la tranquilidad. Y a disfrutar, claro.