FRANCIA

¿Sabías que Arles es la ciudad en la que Van Gogh se cortó la oreja?

Arles es la ciudad de Van Gogh y otros pintores y es también mucho más que eso.

Arles, sur de FranciaImagen de Chensiyuan, licencia: CC BY-SA 4.0, via Wikimedia Commons

La Provenza-Alpes-Costa Azul es una de las regiones más bellas y luminosas de Francia, es de una preciosidad casi mágica tanto en verano (Costa Azul) como en primavera (la Provenza) o en invierno (los Alpes) y es también región de artistas, en particular de pintores, porque la luz de esta zona de Francia es todo un regalo para ellos como bien demostraron Van Gogh, Gauguin o Picasso entre otros magos del pincel que visitaron Arles.

Claro que si bien la huella de Van Gogh es particularmente importante, cuentan de hecho que mientras vivió en Arles pintó unos 300 cuadros, lo cierto es que Arles ya era una ciudad emblemática antes de que el loco del pelo rojo se dejara caer por ella (e invitara a Gauguin a visitarlo); Arles nació como colonia romana allá por el S.I a.C., se trataba de un enclave estratégico por su posición en el río Ródano y por su acceso al Mediterráneo.

Se conservan importantes vestigios del pasado romano de la ciudad: el anfiteatro, que es similar al Coliseo de Roma y que todavía hoy se utiliza para la celebración de espectáculos; las termas de Constantino; y el teatro romano en el que se siguen celebrando eventos culturales en verano.

Coliseo de Arles | Vincent, Public domain, via Wikimedia Commons

Claro que no solo de sus vestigios romanos vive Arles, hay construcciones posteriores que son también de gran importancia arquitectónica e histórica: la Catedral de Saint Trophime, famosa por su claustro; la Plaza de la República, donde están los edificios más emblemáticos de la ciudad; y, ya en las afueras, la Abadía de Montmajour o el Parque Natural de la Camarga en el que se pueden ver flamencos y caballos salvajes.

Pero volvamos a los pintores: el vínculo de Arles con Van Gogh no solo se mantiene vivo gracias a la Fundación Vincent Van Gogh Arles, que también, sino al hecho cierto de que fue aquí, en esta luminosa localidad el sur de Francia, donde Van Gogh pintó algunas de sus obras más aplaudidas: Los girasoles y La noche estrellada sobre el Ródano son solo dos de los centenares de obras que el pintor realizó aquí.

Arles, enclave donde estaba la casa amarilla pintada por Van Gogh | Imagen de Vestemocoso, licencia: CC BY-SA 4.0, via Wikimedia Commons

Además Van Gogh quiso crear en Arles una comunidad de artistas, por ello invitó a Gauguin a visitarlo aunque, según rezan las crónicas de la época, la cosa no acabó bien: el 23 de diciembre de 1888 tuvieron una gran discusión que terminó de forma casi trágica: Van Gogh se cortó parte de la oreja izquierda y Gauguin se marchó de Arles. Al parecer nunca volvieron a verse… aunque continuaron escribiéndose.

Un detalle curioso: pues visitar Arles siguiendo los pasos de Van Gogh, hay incluso una ruta señalizada por la ciudad en la que se muestran reproducciones de sus cuadros pintados en ella, ahora bien, no esperes ver ni uno de los cuadros originales del pintor porque no se conservan en ella, ni uno de los cientos que pintó en Arles está en Arles (salvo que tengas la suerte de visitar la ciudad cuando su Fundación recibe alguna obra del pintor en préstamo procedente del Museo Van Gogh de Ámsterdam o del Museo d’Orsay de París).

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