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INAUGURAN AEROPUERTO Y LOS PRIMEROS VUELOS DE SU HISTORIA

Santa Elena, donde exiliaron a Napoleón, se prepara para dejar de estar aislada

Esta primavera es la fecha prevista para que la isla deje por fin su aislamiento gracias al arranque de vuelos a Sudáfrica. Hasta ahora, para llegar, hace falta embarcarse en un viaje de cinco días desde Ciudad El Cabo. Será la última gran isla habitada del Atlántico en dejar de estar aislada.
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Santa Elena es una de las islas más famosas del mundo gracias a un habitante muy particular: el que fuera Gran Emperador de Francia, Napoleón Bonaparte. Y es que fue a este rincón perdido del Atlántico Sur donde deportaron al estadista francés cuando su poderío político se desvaneció.

No fue una decisión casual. Santa Elena se encuentra a más de 1.800 kilómetros de la costa de Ángola, en África, que sería el lugar más cercano, sin contar otras islas del Territorio Británico de Ultramar como Ascensión o Tristán de Acuña. Descubierta en 1502 por el marinero gallego João da Nova, al servicio de la Corona de Portugal, en su regreso desde la India; la encontró deshabitada y pronto comenzó su población, importando ganado, frutales y vegetales. Más tarde fue punto clave del comercio de esclavos con Asia, morada de colonos holandeses, británicos... y prisión. Napoleón murió allí en 1821, seis años después de su llegada forzosa.

Al emperador nunca le gustó la isla, algo lógico, que siempre ha mantenido intacto su aislamiento. Claro que esto está a punto de cambiar, ya que, a partir del próximo mes, está previsto que comiencen los vuelos regulares a Santa Elena desde Sudáfrica, los primeros de la historia. Hasta ahora, la única opción cómoda para llegar  era embarcarse en el Royal Mail Ship St Helena desde Ciudad del Cabo (Sudáfrica). Un viaje de cinco días con un precio que nunca bajaba de los 800 € en el camarote más económico.

El nuevo aeropuerto de Santa Elena es la gran novedad de infraestructuras de la región. Con 4.200 habitantes, se abre un mundo de posibilidades, especialmente para el turismo, definido por guías internacionales como Lonely Planet uno de los rincones más excitantes del planeta para los viajeros de aventuras. Lo mejor es que así se evita el incómodo viaje de cinco días en barco desde Ciudad El Cabo, que es el único medio actual para llegar hasta allí, en un buque del servicio de Correos británico.

¿Qué podemos ver en Santa Elena? Sin duda, el lugar más interesante es la tumba de Napoleón. Obviamente, el emperador no se encuentra allí, sino en Los Inválidos de París, donde tiene su imponente panteón y mausoleo, pero hasta 1840 estuvo en el lugar que se puede visitar en la isla. Por cierto, en suelo cuyo propietario es precisamente el Estado francés (aunque no sea territorio francés como tal). También es visitable la casa Longwood, que fue donde residió Napoleón durante los seis años que estuvo en la isla y que también pertenece a Francia.

Otros lugares de interés son el fuerte High Knoll, un edificio construido por un un destacamento de Reales Ingenieros en 1874, aunque su estructura se basa en un edificio de 1790 que servía a la gobernación local; y el ascenso al Diana, el punto más alto de la isla, a 823 metros sobre el nivel del mar, en un Parque Nacional.

En la isla existen al menos cuarenta clases de especies vegetales desconocidas en cualquier otra parte del mundo, de ahí que un paseo por sus caminos de interior y su costa permita al amante de la naturaleza virgen un espectáculo único. Con 121 kilómetros cuadrados de superficie, pocos rincones serán más atractivos que Santa Elena.

Más información:
Turismo de Santa Elena