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ENOTURISMO

Así son las bodegas subterráneas de Aranda de Duero

Aranda de Duero esconde bajo tierra sus bodegas.

Así son las bodegas subterráneas de Aranda de DueroImagen cortesía de Turismo de Aranda de Duero

La Ribera del Duero, como sus vinos, ha ido ganando adeptos y también visitantes porque las propuestas de enoturismo de esta Denominación de Origen son, especialmente en su capital, realmente excepcionales ¿y esto por qué? Por muchas razones pero la más importante de ellas está en sus bodegas: muchas de ellas son subterráneas de modo que de Aranda de Duero te enamoras primero en superficie y luego en el subsuelo.

7 son los kilómetros de galerías excavadas en el suelo entre los siglos XII y XVIII y a una profundidad de entre 10 y 12 metros; ahí, en ese entorno plácido y de condiciones estables tanto de temperatura como de humedad, envejece el vino a placer; el Centro de Interpretación del Vino es una visita obligada, visitarlo te permitirá también descubrir la Bodega de las Ánimas y descubrir cómo es una bodega subterránea.

Bodega de las Ánimas | Imagen de Miguel Ángel Muñoz Romero, cortesía de Grupo RV Edipress

La historia de estas bodegas es bastante sorprendente tanto por su antiguedad, datan de la Edad Media, como por su origen porque era de lo más común en aquella época que prácticamente todas las casas contaran con su propia bodega bajo su suelo, una bodega en la que almacenaban su producción de vino; los 7 kilómetros de túneles de Aranda de Duero se sostenían con arcos de medio punto en piedra de sillería y, gracias a las zarceras (conductos de ventilación) mantenía tanto la temperatura como la humedad constantes en cualquier época del año.

Bodegas Subterráneas Ribera del Duero | Imagen cortesía de Turismo de Aranda de Duero

Se conservan 135 bodegas subterráneas en Aranda (aunque no todas se pueden visitar) y todas ellas en su conjunto han sido declaradas Bien de Interés Cultural como conjunto etnológico. ¿Bodegas a visitar? Hemos mencionado ya la Bodega de las Ánimas en el Centro de Interpretación de la Arquitectura del Vino y añadimos ahora: la Bodega Histórica Don Carlos en la calle Isilla, donde además de una recorrido por sus espacios podrás disfrutar de una degustación antes de marcharte, la Bodega de las Caballerizas en la calle Cascajar en la que se desarrollan en ocasiones visitas teatralizadas y la bodega del restaurante El Lagar de Isilla, donde además podrás darte el gusto de disfrutar de un suculento plato arandino: el lechazo asado.