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BAUTISMOS MUY ORIGINALES

Los aviones con los nombres más divertidos del mundo tienen ADN español

Gracias a una simpática política a la hora de bautizar a sus aviones, la compañía española Vueling puede presumir de tener los de nombre más divertidos que surcan los aires actualmente.

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¿Te apetece volar en el Air Force Juan? ¿O quizás prefieras hacerlo en el My Name is Ling, Vue Ling? ¿Y por qué no en el Si tú me dices Vueling, lo dejo todo? Pues si eres pasajero frecuente de la aerolínea Vueling, puede que lo hayas hecho ya y no te hayas dado ni cuenta. Y es que la compañía española lleva ya más de 10 años bautizando a sus aviones con nombres de lo más curioso, desde prácticamente el nacimiento de la empresa en julio de 2004. "La idea surge como parte del deseo de innovar que llevamos como filosofía de trabajo", explica Ana Arroquia, directora de Márketing de Vueling. Así, el primer avión de la aerolínea se llamó Barceloning, un aparato que ya fue retirado. "Fueron los creativos de la compañía los que lo propusieron, pero al final todo el mundo se implicaba".

Sin embargo, no son solo los creativos o empleados de Vueling los que han ido conformando el catálogo de nombres divertidos, sino también los pasajeros, que han podido hacerlo en concursos desde 2009. Unos vuelan, otros Vueling (16.767 votos), Ready, steady, Vueling (5.384 votos) o How are you? I’m Vueling (3.142 votos) fueron algunos de los ganadores. Pero hay muchos más. Este es el listado de los nombres más particulares:

Es importante matizar que los nombres que reciben los aviones son meros elementos decorativos o distintivos, ya que cada una de las aeronaves van matriculadas y debidamente registradas, igual que ocurre con los coches, motos, trenes o barcos. Por tanto, el nombre no es un registro oficial, sino un elemento añadido que ni siquiera es obligatorio. De ahí que en Vueling se puedan tomar la licencia de hacerlo tan divertido.

Y no solo con frases ingeniosas se han bautizado a los aviones. También hay algunos con nombres de personas, como el de los pasajeros que se convirtieron en viajeros emblemáticos: Connie Baraja fue la pasajera 2 millones en 2006 y bautizó con su nombre un Airbus A320. Elisenda Masana, por su parte, fue la 5 millones; mientras que Carlos Ceacero (10 millones) y Mercè Suñé (25 millones) fueron los últimos en seguirle los pasos. También tiene nombre propio el avión en honor de Francisco José Ruiz Cortizo, el comandante de Clickair que murió en accidente de avioneta en 2008.

En 2014, cuando se inauguró el centro de conexiones en Roma (Fiumicino), empezaron también los nombres en italiano, destacando el de Leonardo da Vueling. Y el año pasado volvieron a pedir ideas originales a sus pasajeros, en un concurso del que salieron Air Force Juan, Si tú me dices Vueling, lo dejo todo y You’re the Vueling That I Want. Nombres que ya se pueden leer justo al entrar en el avión, pues, como suele ser habitual, están en el fuselaje del aparato, donde la puerta de entrada delantera y bajo las ventanas de la cabina de los pilotos.

La mayoría de los nombres contiene el nombre de la compañía entre sus palabras, pero no todos. Los próximos, de hecho, se corresponderán con ONG’s y personas que han destacado por su solidaridad, dentro de la campaña 'Historias que merecen un avión' que llevo a cabo la aerolínea las pasadas navidades. Eso sí, lo que es seguro es que el listado de nombres divertidos no se acaba aquí.

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