TERMALISMO
El turismo wellness está de moda y lo cierto es que en Orense lo ha estado siempre...
Orense es la segunda ciudad de Europa por volumen de agua termal y sólo por eso merece presentarse como lo hace, como capital termal; bajo esta ciudad gallega discurre todo un océano de agua de lluvia que se almacena en depósitos a más de un kilómetro de profundidad, camino del centro de la tierra, y que brota hacia la superfice atesorando todas las propiedades minerales de la tierra y a deliciosa temperatura.
Se estima que el caudal de aguas termales en Orense supera los 3 millones de litros al día e incluso podría acercarse a los 4 millones; a ese caudal tan importante hay que añadir lo sosprendente de su temperatura, algunos de los manantiales de aguas termales más calientes de Europa están aquí, en Orense.
Lo de disfrutar de las aguas termales de Orense es algo que viene de atrás, de muy atrás, de ahí que en la ciudad se puedan visitar termas históricas además de piscinas en plena naturaleza y también balnearios inspirados en el lejano oriente, una interesante evocación árabe muy lógica pues el disfrute de las aguas termales es también de notable importancia en la cultura árabe.
Ahora bien, estamos dedicando demasiadas líneas hablándote de algo que probablemente ya sepas o intuyas, que Orense es el destino ideal para los amantes del turismo termal y del turismo wellness y seguro que prefieres que te recomendemos algunas experiencias en particular ¿verdad?. Vamos a ello.
La primera visita casi obligada es la de las Termas de As Burgas porque es aquí donde nace el termalismo en Orense, aquí disfrutaron los romanos de sus baños en estas aguas cálidas (aguas a más de 60ºC...) y aquí puedes darte tú el mismo gusto; no dejes de darte un baño en su piscina termal pero tampoco abandones este recinto sin visitar su Centro de Interpretación para conocer mejor la historia del termalismo orensano.
Y a partir de ahí ¿qué otras termas disfrutar? Las de Outariz y Burga de Canedo porque son el espacio termal más grande de Orense y cuenta además con termas al aire libre; podrás elegir dos recorridos, el circuito Zen, diseñado para la relajación y la meditación, y el circuito Celta, cuya construcción está inspirada en la de los castros celtas y cuyas aguas tienen más movimiento (chorros, burbujas, cascadas...). ¿Has oído hablar de las piscinas termales de Chavasqueira? quédate con su nombre pero no pienses en visitarlas actualmente, están cerradas y pendientes de reconstrucción por un terrible incendio.
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